15 de octubre de 2020

HAY QUE OBEDECERLE PRIMERO A DIOS.

Evangelio para el domingo 18 de octubre 2020. Hay que obedecerle primero a Dios: °°° «“Maestro, sabemos que eres sincero, que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; porque no buscas el favor de nadie, ¿Qué opinas?: ¿es lícito pagar impuesto al César o no?» Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: -«Hipócritas, ¿por qué me tentáis?” °°° “páguenle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.”  (Mateo 22, 15-21).  Padre, Jairo Yate Ramírez.  Arquidiócesis de Ibagué.

            Hay que aprender desde la sabiduría divina, a discernir lo que verdaderamente es de Dios. Nuestra fe no puede ser una excusa para no cumplir con nuestras obligaciones: familiares, sociales y políticas.

Estaremos mejor dispuestos para servir a Dios, cuando hayamos servido bien a los demás. Obedecer a Dios implica: practicar la justicia, la honestidad, según el planteamiento de la ley de Dios. Obedecer a Dios, indica, no utilizar hipócritamente a las demás personas. Obedecer a Dios, permite que un creyente, sea respetuoso de las leyes  y la autoridad en la sociedad. (cf. Romanos 13, 1–7) Obedecer a Dios, exige el discernimiento de lo que es bueno, lo que es justo y lo que es correcto. 

Nuestro Catecismo de la Iglesia Católica, habla de los deberes de las autoridades civiles y deberes de los ciudadanos. Propone un sano equilibrio en la sociedad: Lo que es de Dios es de Dios, y lo que es del César es del César. No da lugar a extra limitaciones. Si ocurre ese fenómeno el catecismo recomienda a un creyente no seguir en conciencia la prescripción de la autoridad civil cuando es contraria al orden moral, a los derechos fundamentales, a las enseñanzas del Evangelio. (Catecismo numeral 2242).

San Pedro: el primer apóstol, la piedra indiscutida de la Iglesia, el hombre de la personalidad impetuosa y sincera, enfrenta al Tribunal supremo y al sumo sacerdote, para indicarle que seguirá anunciando la vida y resurrección de su Maestro. Se le obedece primero a Dios, antes que a los hombres. (cf. Hechos 5, 21–29).  El Papa emérito, Benedicto XVI piensa que: La obediencia a Dios es la libertad, porque es la verdad, es la instancia que se sitúa frente a todas las instancias humanas. De la misma manera que san Pedro hace valer ante el sanedrín la verdad. Lo hizo también Sócrates en el juicio del tribunal de Atenas. El tribunal le ofrece la libertad, la liberación, pero a condición de que no siga buscando a Dios. Obedecerle a Dios, implica conocerlo muy bien a él. (Homilía 15 de abril 2010). Quienes sigan a Dios no pueden pensar en el poder terreno, sino en ser servidores humildes. (cf. Mateo 20, 25-28)  Cuida tu salud: Quien le sirve a Dios, no viola los derechos de los demás.