Unimos nuestras intenciones al Año Jubilar
Propuesto por el Papa Francisco
Jesucristo es nuestra esperanza
Año 2025
Orientador: Padre Jairo Yate Ramírez
Canto Litúrgico
EUCARISTÍA MILAGRO DE AMOR
Pan transformado en el cuerpo de Cristo
Vino transformado en la sangre del Señor
Cristo nos dice: 'tomen y coman'
Eucaristía, milagro de amor
Eucaristía, presencia del Señor
Eucaristía, milagro de amor
Eucaristía, presencia del Señor
Este alimento renueva nuestras fuerzas
Para caminar a la gran liberación
Con este pan tenemos vida eterna
Cristo nos invita a la gran resurrección
Exposición del
Santísimo sacramento….
Bendito, Alabado y
Adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar… (3 veces)
El Papa Francisco nos pide a todos los católicos que
dediquemos el año 2025 a reflexionar, a pensar, a meditar, a tener un buen clima
de oración, para ganar el jubileo con el tema de la virtud de la esperanza.
El santo Padre nos recomienda: Debemos mantener encendida la
llama de la esperanza que nos ha sido dada, y hacer todo lo posible para que
cada uno recupere la fuerza y la certeza de mirar al futuro con mente abierta, corazón confiado y amplitud.
ACTO DE FE EN LA PRESENCIA EUCARÍSTICA
“Jesús verdad eterna, creemos que tú estás realmente
presente en la Eucaristía. Tú estás aquí con tu cuerpo, sangre, alma y
divinidad. Escuchamos tu invitación: - “Yo soy el Pan de vida eterna.” (Juan 6,
35). El santo Padre nos enseña: “En la Eucaristía está todo el sabor de las
palabras y de los gestos de Jesús, el gusto de su Pascua, la fragancia de su
Espíritu.” (Papa Francisco).
RESPONDEMOS
Creemos, oh
Señor y Maestro, aumenta nuestra fe.
ADORAR A JESÚS EN VERDAD….
Pidamos al
Espíritu Santo que prenda fuego en nuestro corazón con amor, a fin de que su
luz nos ayude a ver de una nueva manera y su calor funda nuestra resistencia a
la invitación de Jesús a servir…. Dice
la Sagrada Escritura: “Nunca dejen de ser diligentes. Antes bien, sirvan al
Señor con el fervor que da el Espíritu.” (Romanos 12, 11).
RESPONDEMOS
Creemos, oh
Señor y Maestro, danos la gracia de servir a tiempo y con alegría.
ACTO DE FE EN EL AMOR DE JESÚS POR NOSOTROS…
Jesús Maestro divino, damos gracias y alabamos tu
amabilísimo corazón, que te llevó a dar tu vida por nosotros, tu sangre, tus
heridas, los azotes, los clavos, la cruz, tu cabeza doblegada, todo dice a
nuestros corazones: “No hay amor más grande, que el dar la vida por los demás.”
(Juan 15, 13).
También nosotros queremos consumir nuestras vidas por Ti.
Concédenos que siempre en todo lugar y en todas las cosas podamos buscar
Conocer tu voluntad en nuestras vidas.
Inflama nuestros corazones con un profundo amor por Ti y por
los demás.
RESPONDEMOS
Creemos, oh
Señor y Maestro, permite que nunca exista el odio, que amemos siempre a los
demás.
SEGUIR A JESÚS CAMINO…
Tomemos
unos minutos para agradecer a Jesús Maestro, por las muchas maneras como Él nos
ha demostrado su amor a lo largo de la vida.
Pidámosle la gracia de ser buenos laicos, hombre y mujeres,
eminentemente caritativos con nuestra forma de ser y tratar a los demás. El
Salvador del mundo nos recuerda: “Pidan lo que quieran y lo conseguirán. Mi Padre
es glorificado cuando ustedes producen abundantes frutos.” (Juan 15, 7-8).
Nuestro lema debe ser: SI NO TENGO CARIDAD, NADA SOY
Démosle gracias a Dios con el siguiente Himno °°°
1. Aunque
hable las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy
como bronce que suena o címbalo que retiñe.
2. Aunque tenga el don de profecía, y conozca todos los
misterios y toda la ciencia; aunque tenga plenitud de fe como para trasladar
montañas, si no tengo caridad, nada soy.
3. Aunque reparta todos mis bienes, y entregue mi cuerpo a
las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha.
4. La caridad es paciente, es amable; la caridad no es
envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe;
5 es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en
cuenta el mal; 6 no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad.
7. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo
soporta.
8. La caridad no acaba nunca. "Las profecías perderán
su razón de ser, callarán las lenguas y ya no servirá el saber más
elevado" (1 Corintios 13, 1-8).
“Si yo no
tengo amor, yo nada soy Señor”
El amor es comprensivo, el amor es servicial, el amor no
tiene envidia, el amor no busca el mal.
El amor
nunca se irrita, el amor no es descortés, el amor no es egoísta, el amor nunca
es doblez.
DETENGAMOS NUESTRO PENSAMIENTO
EN LA ESCUCHA Y MEDITACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS
JESUCRISTO ES MOTIVO DE ESPERANZA
“Jesús se retiró con sus discípulos hacia el mar, y le
siguió una gran muchedumbre de Galilea. También de Judea, de Jerusalén, de
Idumea, del otro lado del Jordán, de los alrededores de Tiro y Sidón, una gran
muchedumbre, al oír lo que hacía, acudió a él.
Entonces, a causa de la multitud, dijo a sus discípulos que
le prepararan una pequeña barca, para que no le aplastaran. Pues curó a muchos,
de suerte que cuantos padecían dolencias se le echaban encima para tocarle.
Y los espíritus inmundos, al verle, se arrojaban a sus pies
y gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios». Pero él les mandaba enérgicamente que no
le descubrieran.” Marcos 3, 7-12
MEDITANTO LA PALABRA QUE HEMOS ESCUCHADO
ESCUCHEMOS LA SIGUIENTE REFLEXIÓN.
Desde el momento en que el profeta Isaías anuncia el
nacimiento de alguien que viene a salvar la humanidad, nace la esperanza de
todos aquellos que esperan la redención del mundo. El profeta anuncia que viene
la paz y la justicia para siempre. (cfr. Isaías 7, 14). Ese mismo Mesías es luz
para los gentiles. (cfr. Isaías 49, 6-7). El Mesías presenta señales para que
nos demos cuenta que él ya está presente. Por ejemplo: Abrirá los ojos de los
ciegos y los oídos de los sordos, los cojos saltarán, etc. (cfr. Isaías 35,
4-6).
Jesús, en la vivencia de su ministerio, experimentó la
alegría de la cantidad de personas que lo seguían, que le creían, que se
maravillaban de su sabiduría, que reconocían su poder. Jesucristo se convierte
en un motivo de esperanza para la humanidad. Razón suficiente para educar a los
pueblos para que guarden el equilibrio y no vean en el hijo de Dios un
milagrero sino un enviado de la esperanza de Dios. Advierte el Maestro: “No
digan a nadie lo que yo soy” (Marcos 3, 12).
María Santísima es un buen modelo de fe y esperanza. María
le creyó a Dios y acogió a su enviado en su seno. La respuesta misma de Isabel confirma el gozo
de María, la fuerza de su fe, el convencimiento de su obra: “Dichosa tú, que
has creído”. (Lucas 1, 45). María Santísima, con su vida y con su fe, transmite
ese modelo que ha recibido de Dios.
COMO CATÓLICOS PENSEMOS UN MOMENTO
LOS DESEOS DEL PAPA FRANCISCO EN ESTE AÑO 2025
Que la
virtud de la esperanza, sea el tema del jubileo de todos nosotros los católicos
para el año 2025
El lema es:
“La Esperanza no defrauda” (Romanos 5, 5).
Que pueda ser para todos unos momentos de encuentro vivo y
personal con el Señor Jesús, «puerta» de salvación (cfr. Juan 10, 7.9)
¿QUÉ NOS ENSEÑA EL APÓSTOL SAN PABLO?
De acuerdo a lo escrito en la carta a los Romanos podemos
pensar en las siguientes ideas:
La esperanza
efectivamente nace del amor y se funda en el amor que brota del Corazón de
Jesús traspasado en la cruz
La esperanza cristiana, de hecho, no engaña ni defrauda,
porque está fundada en la certeza de que nada ni nadie podrá separarnos nunca
del amor divino
Si existe la esperanza en nuestro corazón nadie podrá
apartarnos de Cristo. “¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La
tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿los
peligros?, ¿la espada? (Romanos 5, 35.
Pero en
todo esto salimos vencedores gracias a aquel que nos amó. (Romanos 5, 37)
Tenemos conciencia que los momentos difíciles de la vida
pueden lastimar nuestra esperanza. Dice el apóstol: sabemos que la tribulación
produce la constancia; la constancia, la virtud probada; la virtud probada, la
esperanza» (Romanos 5, 3-4). (cfr. Papa Francisco, Bula, Spes non confundit,
Números 1-4)
El Papa
Francisco insiste en que los católicos logremos ser personas perseverantes en
la oración. Una buena recomendación es hacer eco al consejo del apóstol san
Pablo: “Oren constantemente, en todo, den gracias a Dios”. (1 Tesalonicenses 5,
17-18). La oración es una especie de pentagrama musical, donde nosotros
colocamos la melodía de nuestra vida. (cfr. Audiencia, 9 de junio 2021).
El apóstol
san Pablo considera la oración como un aspecto esencial de la vida cristiana:
hay que orar constantemente y darle gracias a Dios (cfr. 1 Tesalonicenses
5,18); hay que perseverar en nuestra oración (cfr. Romanos 12,12); hay que orar
con el espíritu y con la mente (1 Corintios 14,15); hay que cantar agradecidos
a Dios (cfr. Colosenses 3,16); hay que orar con unas manos piadosas, sin iras
ni discusiones (cfr. 1 Timoteo 2,8).
DONDE HAY CARIDAD Y AMOR
Donde hay caridad y amor, allí está el Señor, allí está el
Señor /2
Una sala y una mesa, una copa, vino y pan,
los hermanos compartiendo en amor y en unidad.
Nos reúne la presencia y el recuerdo del Señor,
celebramos su memoria y la entrega de su amor.
Donde hay caridad y amor, allí está el Señor, allí está el
Señor /2
Invitados a la mesa del banquete del Señor,
recordamos su mandato de vivir en el amor.
EXPRESEMOS NUESTROS SENTIMIENTOS AL SEÑOR…
Por las veces que he sido impaciente Señor ten piedad
Por las
veces que he sido insensible Señor
ten piedad
Por las veces que he obrado con envidia Señor ten
piedad
Por mi
ostentación orgullosa Señor
ten piedad
Por las veces que he obrado de una forma egoísta Señor ten piedad
Por
responder con ira a los demás Señor
ten piedad
Por mis cavilaciones sobre errores pasados Señor ten piedad
Por las veces que he abandonado a los demás… Señor ten piedad
Por mi
falta de fe y de esperanza Señor
ten piedad
Por poner límites al amor y la caridad Señor ten piedad
PIDÁMOSLE AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
QUE NOS CONCEDA SU BONDAD Y SU AMOR.
Señor Jesucristo, arrodillados a tus pies, renovamos
alegremente la Consagración de nuestra familia a tu Divino Corazón. Sé, hoy y
siempre, nuestro Guía, el Jefe protector de nuestro hogar, el Rey y Centro de
nuestros corazones.
Bendice a nuestra familia, nuestra casa, a nuestros vecinos,
parientes y amigos. Ayúdanos a cumplir fielmente nuestros deberes, y participa
de nuestras alegrías y angustias, de nuestras esperanzas y dudas, de nuestro
trabajo y de nuestras diversiones.
Danos fuerza, Señor, para que carguemos nuestra cruz de cada
día y sepamos ofrecer todos nuestros actos, junto con tu sacrificio, al Padre.
Que la justicia, la fraternidad, el perdón y la misericordia estén presentes en
nuestro hogar y en nuestras comunidades.
Queremos ser instrumentos de paz y de vida. Que nuestro amor
a tu Corazón compense, de alguna manera,
Tantum ergo Sacraméntum,
Venerémur cérnui:
Et antíquum documentum
Novo cedat rítui;
Præstet fides suppleméntum
Sénsuum deféctui.
Genitori Genitóque,
Laus et iubilátio;
Salus, honor, virtus quoque,
Sit et benedíctio;
Procedénti ab utróque
Compar sit laudátio.
Amen.
LES DISTE SEÑOR EL PAN DE CIELO
QUE CONTIENE EN SÍ TODO DELEITE
Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el
memorial de tu pasión: te pedimos nos concedas celebrar de tal modo los
sagrados misterios de tu cuerpo y de tu sangre, que experimentemos
constantemente en nosotros el fruto de tu redención, Tu que vives y reinas por
los siglos de los siglos. Amén.
Bendito sea Dios
Bendito su santo nombre
Bendito Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre
Bendito el nombre de Jesús
Bendito su sacratísimo corazón
Bendita su preciosísima sangre
Bendito Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar
Bendito el Espíritu Santol consolador
Bendita la excelsa madre de Dios María Santísima
Bendita su santa e inmaculada concepción
Bendita su gloriosa asunción
Bendito el nombre de María Virgen y Madre
Bendito san José su castísimo esposo
Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos
“Hoy Señor te damos gracias”
Hoy, Señor, te damos gracias, / por la vida, la tierra y el
sol. Hoy, Señor, queremos cantar / las grandezas de tu amor.
Gracias, Padre, mi vida es tu vida, / tus manos amasan mi
barro, mi alma es tu aliento divino, / tu sonrisa en mis ojos está.
Gracias, Padre, Tú guías mis pasos, / Tú eres la luz y el
camino, conduces a ti mi destino / como llevas los ríos al mar.
Gracias, Padre, me hiciste a tu imagen, / y quieres que siga
tu ejemplo brindando mi amor al hermano, / construyendo un mundo de paz.