Evangelio para el domingo 14 de noviembre 2021. La conversión es necesaria para la salvación. °°° “Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte. Aprended de esta parábola de la higuera: Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que él está cerca, a la puerta”. °°° (Marcos 13, 24-32). Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué.
Cristo vino
al mundo a salvar a los pecadores y a los que tienen necesidad de Él. La
conquista de almas por parte de Jesús, llevan como base el amor y la
misericordia, el perdón y la comprensión, la exigencia y la respuesta sincera.
Jesús no se fija en el quehacer de las personas, en su pasado, en su
problemática, para Cristo lo más urgente es comunicarles la Buena Nueva de la
salvación. El apostolado se entiende y
se realiza desde la misericordia, porque el Reino planteado por el Hijo de
Dios, no es un Reino esclavizante, no es el juicio contra los pecadores, no es
la pasarela para algunos que desean destacarse, no es el tribunal de justicia
implacable. Es el amor y la misericordia de Dios que sobrepasó los límites.
La
salvación es la máxima oferta de Dios. La razón fundamental por la cual el
Padre celestial envió a su Hijo, fue la salvación de cada hombre y de cada
mujer. Así pues, que Salvar es la opción de Dios, condenar es la terquedad de
cada ser humano. La salvación es un proceso que va asimilando cada persona, no
tiene un tiempo cronológico, sino cuantitativo. Las primeras generaciones del
cristianismo se interesaron por el tema, lo ubicaron en el tiempo, camino
equivocado. También preguntaron, ¿Quiénes se iban a salvar? ¿Cómo se salva una
persona? ¿Cuáles son los medios de salvación?
El Papa Francisco, afirma que la salvación no es automática. La
salvación es un don de amor, y como tal, abierto a la libertad humana. Siempre
cuando se habla de amor, se habla de libertad, un amor sin libertad no es
amor”. (Homilía, 24 enero 2021).
La Sagrada
Escritura afirma que “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen a
conocer la verdad (1Timoteo 2,4). Nadie está excluido de la salvación. Es
importante que cada persona aprenda a hacer la voluntad de Dios: “No basta con
que me digan: Señor, Señor, para entrar en el Reino de los cielos, sino que hay
que hacer la voluntad de mi Padre que está en el cielo (Mateo 7, 21). La
conversión es un paso definitivo para entender la salvación que viene de Dios.
Así lo enseña el Papa emérito, Benedicto XVI. Cuida tu salud: “Dios quiere que
las personas se conviertan y vivan”.