26 de noviembre de 2021

NOS DEJAMOS CONDUCIR DE LA MANO DE DIOS.


Evangelio para el domingo 28 de noviembre 2021 Nos dejamos conducir de la mano de Dios. “Dijo Jesús a sus discípulos: «Habrá fenómenos extraordinarios en el sol, en la luna y las estrellas. En la tierra naciones enteras se llenarán de angustia y desesperación al oír el estruendo del mar y el oleaje. Y la gente quedará sin aliento por el terror y la expectativa del peligro que amenazará a la tierra, cuando tiemble el ejército de los astros en el cielo. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube.” (Lucas 21, 25-28. 34-36). Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué.
 
            Hay que comprender y vivir el sentido del tiempo con un espíritu cristiano.  El tiempo y la historia tienen una razón de ser. El tiempo no pasa en vano, la historia no se detiene, se aprende de la historia, se aprovecha al máximo el tiempo, para que cuando llegue ese día tan anunciado del Señor, no tengamos la tristeza y la nostalgia de no tener nada que ofrecerle a Dios, al contrario la angustia y la desesperación de que ya no hay tiempo para mirar hacia atrás.
 
            Según la Sagrada Escritura, el profeta Jeremías, anuncia la venida del Salvador. La pregunta sería, ¿Cómo será ese acontecimiento? La respuesta es: “esto dice el Señor, ya se acerca el día en el que cumpliré la promesa que hice al pueblo de Israel y al pueblo de Judá”. (Jeremías 33, 14).  Ese Mesías viene con una misión específica: la liberación del pueblo, su mensaje es un llamado a la esperanza, el mundo no permanece igual, el tiempo es diferente, el Misterio de Jesús cambia el rumbo de la historia.   Las virtudes cristianas van a jugar un papel definitivo ante la expectativa de la venida del Hijo de Dios.  
 
            Debemos ser personas vigilantes, atentas a todo lo que está sucediendo,  no podemos perder la fe y la esperanza en todo lo que realizamos, nuestra meta debe ser, vivir en plenitud todos los días de nuestra vida, aprovechar al máximo este tiempo cristiano que el Evangelio lo propone y la Iglesia lo celebra. El Papa emérito Benedicto XVI, enseña que ante la expectativa de la venida del Salvador del mundo, debemos tomar conciencia de esta realidad y actuar coherentemente: Dios viene. No ayer, no mañana, sino hoy, ahora. El único verdadero Dios, "el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob" no es un Dios que está en el cielo, desinteresándose de nosotros y de nuestra historia, sino que es el Dios - que- viene. (Homilía 2 de diciembre, 2006) Cuida tu salud: Permanezcan en vela, pidiendo a Dios en todo momento la Gracia.