3 de noviembre de 2021

PLANTÓN --- PRO VIDA


3 de noviembre 2021
. PLANTÓN…PRO VIDA
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  Autor: Padre, Mario García Isaza. Formador, Seminario Mayor, Arquidiócesis de Ibagué. Es importante que tengamos muy claro por qué estamos aquí, para qué estamos aquí, y por qué alzamos nuestra voz.
Estamos aquí, y alzamos nuestra voz, porque creemos en un Dios omnipotente y misericordioso, en quien vivimos, nos movemos y existimos, que es el origen y la fuente única de la vida, de toda vida. Creemos que cada ser humano es fruto de un acto de amor libérrimo e infinito de ese Dios. Creemos que Él y sólo Él es dueño de la vida. Creemos que Él ha hecho partícipes de su omnipotencia creadora al hombre y a la mujer al hacerlos sus colaboradores en su obra de preservación de la especie.
 
Estamos aquí y alzamos la voz, porque, con la Iglesia, y con la ciencia, profesamos y sostenemos que la vida, ese milagro de amor, se inicia en el momento mismo de la concepción; con la Iglesia y con la ciencia, - la biología y la embriología – sostenemos que el cigoto y el embrión no son bolsones de células, no son un simple proyecto, son ya un ser humano que empieza a crecer, en un proceso misterioso e indescriptible, con la virtualidad que tiene en sí mismo y que le viene de Dios, en el fecundo seno maternal; con la Iglesia y con la ciencia, afirmamos que el ¡no matarás!, que es ley natural y es ley positiva, ampara más que a nadie a ese ser que es inerme e indefenso como ninguno.
 
Estamos aquí y alzamos la voz porque profesamos y sostenemos que el aborto es un asesinato, el más horrendo y el más imperdonable de los asesinatos, porque se comete contra el más indefenso.
Alzamos, sí, y seguiremos alzando nuestra voz. Nuestra voz, que quiere ser la de esos niños concebidos y no nacidos aún, que crecen en ese santuario de la vida que es el vientre materno, y que desde allí claman en silencio: mamita, no me mates…mamita déjame vivir, mamá, te necesito y cuento con que me protejas y me cuides, mamá, de ti depende el que yo pueda realizar el proyecto de vida que Dios ha puesto en mí.
 
Alzamos la voz. Una voz que quiere llegar a todas las mujeres que han concebido y llevan en su vientre el prodigio  de una nueva vida. Para decirles: son ustedes el santuario donde han actuado y siguen actuando el poder creador y el amor providente de Dios; Él les ha confiado un ser, que es carne de su carne y sangre de su sangre, pero que es distinto de ustedes mismas, que es sujeto de todos los derechos naturales del hombre,  y que las necesita,  necesita de su ternura y de sus cuidados  para realizarse según el plan del Creador. Sientan latir ese pequeño corazón, y en cada latido descubran el milagro del amor, el milagro de la vida, y experimenten el gozo de cuidarla.  Dios, que las ama y que ama a ese hijo que llevan en sus entrañas, les dará el valor para llevar a cabo la misión sublime que les ha confiado.
 
Alzamos la voz, y queremos que esta voz llegue hoy a nuestros legisladores y especialmente a los magistrados de nuestras Cortes. Para decirles: su misión y su tarea, su obligación insoslayable,  es tutelar la vida y los derechos de todos los colombianos; su cometido, es impedir que se quebranten los preceptos de nuestra Constitución. No se arroguen el pretendido derecho de autorizar el asesinato de nuestros niños, porque la historia, y Dios, les pedirán cuenta de ese crimen. No prevariquen obrando en contra del artículo 11 de nuestra Carta Magna, que establece que la vida es inviolable, y contra el artículo 44 que afirma que los derechos de los niños priman sobre los derechos de los demás.
            Por esto, queridos amigos, y para esto, estamos aquí. Por esto y para esto, gritemos con toda nuestra fuerza: ¡No al aborto, sí a la vida! Correo del autor:  magarisaz@hotmail.com