El 9 de julio se celebra la Fiesta de Nuestra Señora del
Rosario de Chiquinquirá, que fue proclamada por el Papa Pío VII, en 1829, como
Patrona de Colombia otorgándole su propia fiesta litúrgica. En 1919 fue
coronada canónicamente luego que el Papa Pío X firmara el decreto. El Santuario
de la Patrona de Colombia, declarado Basílica en 1927 por el Papa Pío XI, es
visitado como cada año por miles de fieles en especial durante esta fecha.
El lienzo pertenece al arte colonial colombiano más antiguo
y es una manta de algodón de más de un metro, en un marco con placas del escudo
nacional, las diócesis del país y de los padres dominicos. La palabra
Chiquinquirá significa lugar de nieblas y pantanos. Esta ciudad se ubica en el
departamento de Boyacá en la región andina del país a más de dos mil metros de
altura.
San Juan XXIII y San Juan Pablo II tuvieron una especial
cercanía a esta advocación. San Juan XXIII, por ejemplo, con la intención de
pedir por la buena realización del Concilio Vaticano II, en 1960 ofrendó, por
medio del Nuncio en el país, un llamado “cirio de purificación” para ser
encendido frente a la imagen mariana.
ORACIÓN DEL PAPA SAN JUAN PABLO II A NUESTRA SEÑORA DE
CHIQUINQUIRÁ.
Oh Virgen, bella flor de nuestra tierra, envuelta en luz del
patrio pabellón, eres tú nuestra gloria y fortaleza, madre nuestra y de Dios.
En burda tela avivas
tu figura con resplandor de lumbre celestial, dando a tus hijos la graciosa
prenda de la vida inmortal.
Orna tus sienes
singular corona de gemas que ofreciera la nación, símbolo fiel del entrañable
afecto y del filial amor.
A Ti te cantan
armoniosas voces y te aclaman por Reina nacional y el pueblo entero jubiloso
ofrenda el don de su piedad.
Furiosas olas a la
pobre nave contra escollos pretenden azotar; tu cetro extiende y bondadosa
calma las olas de la mar.
Brote la tierra
perfumadas flores que rindan culto a tu sagrado altar; prodiga siempre a la
querida patria los dones de la paz.
A Ti, Jesús, el Rey
de las naciones, a quien proclama el corazón por Rey, y al Padre y Padre y al
Espíritu se rinda gloria, honor y poder. Amén.
Fuente: Aciprensa.