19 de diciembre de 2020

SEÑOR PROCURADOR, NO LE QUEDA OTRO CAMINO.


19 de diciembre 2020
. SEÑOR PROCURADOR NO LE QUEDA OTRO CAMINO.
Autor: Padre, Mario García Isaza, formador, Seminario Mayor, Arquidiócesis de Ibagué. El señor Virgilio Alonso Hernández, procurador delegado para la infancia, la adolescencia, la familia y la mujer, en su intervención del 20 de noviembre de 2020 ante el Senado de la República, desnudó una posición que, si es que aún nos queda alguna esperanza de sensatez en las más altas esferas del gobierno, no le deja al Procurador General de la República, doctor Fernando Carrillo, sino un camino único: destituirlo de su puesto de procurador delegado. Sencillamente porque peló el cobre, en materia jurídica y en la neutralidad que debería guardar. No le doy importancia al lamentable nivel de su discurso en aspectos de la corrección gramatical y de redacción…aunque sería un buen material para una clase de corrección de lenguaje en una escuela primaria. Pero su toma de posición abiertamente abortista constituye un agravio a la Constitución, y un descarado e insolente apoyo a quienes pretenden imponer, con sesgados y especiosos razonamientos plagados de cobardes eufemismos, el pretendido “derecho” de asesinar a los no nacidos. ¡Qué de afirmaciones insostenibles, de interpretaciones legales amañadas, de confusiones ideológicas!  

“La ley que aquí se debate pretende imponer la maternidad a las mujeres, interviniendo de manera aparentemente indebida en la decisión privada e íntima que a ellas les asiste pues será su vida y no la de otras la que cambiará”: en ese batiburrillo hay una afirmación estrafalaria: ¿Imponer la maternidad? Pero si es que la mujer embarazada ya es madre, y su maternidad ya nadie podrá quitársela; ni ella misma. Sencillamente, si mata a su hijito, seguirá siendo la madre de un niño asesinado, como cualquier madre cuyo hijo murió; seguirá llevando por siempre una maternidad frustrada. La maternidad no puede imponerse, la mujer la adquiere por el hecho de concebir una vida nueva en sus entrañas. 

Que la penalización del aborto no ha resultado remedio idóneo, “pues el temor a la sanción no impidió en su momento que las mujeres realizaran interrupción en el embarazo”, dice el enredoso señor Hernández.   La endeblez del argumento salta a la vista; con esa lógica, habría que pedir que no se penalice ya el robo, porque el temor a la sanción no ha impedido que los ladrones sigan cometiéndolo; o que no se establezcan penas para combatir la corrupción, ya que las existentes no han evitado que siga los corruptos haciendo de las suyas en Colombia…


Es a tal punto farragoso e ininteligible el último párrafo de la intervención del señor Hernández, que uno no puede atajar el recuerdo que se le viene  de los discursos de Cantinflas…Lo único se logra adivinar es que el señor pide que se promueva el criminal aborto, dizque por respeto a la dignidad de la mujer; así se despacha: “a manera no solo de conclusión sino de reflexión,  hago un llamado para que en nuestro país se profieran leyes (sic) en donde se adopten la vía de la responsabilidad como único camino para proteger la inviolabilidad de la vida de los que están por nacer, pues esta vía es la que permite respetar la dignidad de la mujer al reconocerle su autonomía moral y su responsabilidad ante la sociedad en materia de reproducción pues le corresponde a ella y solo a ella decidir si quiere ser madre”  Se habrá dado cuenta este señor de que habló de inviolabilidad de la vida de los concebidos no nacidos?...¿ Acepta que esa vida es inviolable ? ¿Cómo es, entonces, que pide que se atente contra ella ?

Me reafirmo en lo antes dicho: al Procurador General lo único que le quedaría bien sería prescindir de un subordinado tan sesgado y tan proclive a ponerse del lado de quienes pretenden, contra la Constitución colombiana y contra la ley natural, convertir en “derecho fundamental” el asesinato de los más indefensos. Correo del autor:  magarisaz@hotmail.com