21 de enero de 2021

DIOS NECESITA PERSONAS CONVERTIDAS PARA LA MISIÓN


Evangelio para el domingo 24 de enero 2021.
Dios necesita personas convertidas para la misión.
“Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio. Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago. Jesús les dijo: Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.” (Marcos 1, 14-20). °°° Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué. Jesucristo llama, Jesucristo forma, Jesucristo indica el camino correcto, Jesucristo corrige a tiempo, Jesucristo quiere que hombres y mujeres sean pescadores, que sean esa comunidad de fe donde se forman y aquilatan los futuros apóstoles de Dios.  Así lo enseña el Magisterio de nuestra Iglesia Católica cuando afirma: Una comunidad unida, sacramento de comunión con Dios y entre los hermanos, es normalmente, la condición necesaria para la formación del discípulo.  La maduración en el seguimiento de Jesús requiere comunidades eclesiales, que se esfuercen cotidianamente, a partir de la renovación de la Nueva y Eterna Alianza, en cada Eucaristía, en ser casa y escuela de comunión y solidaridad

            Fe y conversión de vida, forman un binomio perfecto que da como resultado: un estupendo discípulo, un buen misionero, un cualificado sacerdote, una excelente religiosa, un laico competente, un cristiano que deja todo por seguir los caminos de Dios. Un buen bautizado que debe ser sal de la tierra y luz del mundo. Un creyente en Dios que aprende a perdonar; siempre ora por sus enemigos, vive en paz con los demás, su regla de vida es el amor y la misericordia, es alguien revestido de la bondad, la mansedumbre y la paciencia (cf.  Colosenses 3, 13-15).

            El Hijo de José y María, se preocupa por la formación de quienes aceptan el reto de su llamado. Es Dios quien nos elige, somos nosotros quienes tenemos la responsabilidad de no fallarle a él en lo que nos comprometemos. Las garantías están dadas:  Él nos va acompañando en el proceso de maduración y asimilación de su Palabra, él nos envía con una serie de poderes que van a ser necesarios para la difusión del Reino de Dios. (cf. 1 Corintios 12, 7-11). El Papa Francisco quiere una Iglesia en salida, una Iglesia de la periferia, una Iglesia de los pobres y necesitados. “La Iglesia está llamada a tomar cada vez más conciencia de la necesidad de ser «la casa paterna donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas» (Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, 47). Cuida tu salud:  Quien le quiere servir bien a Dios, debe preocuparse por su propia conversión.