Evangelio para el domingo 18 de julio 2021. Descanso y compasión, tienen su sentido en Dios. °°° “Los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: «Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.» Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer.” (Marcos 6, 30-34). Un descanso, es la propuesta del Hijo de Dios. Una compasión, es el efecto de la bondad cristiana para contemplar las miserias de los demás. Una enseñanza, quien se acostumbra a la dureza de corazón, no encuentra el descanso que le ofrece el espíritu de Dios. Así lo enseña el salmista: Dios es mi pastor: en verdes praderas me hace recostar, me guía por el sendero justo, su bondad y su misericordia me acompañan. (cfr. Salmo 22). Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué.
El Papa Francisco enseña que: los
verbos: "ver" y "tener compasión", configuran a Jesús como
el Buen Pastor. También su compasión no es solo un sentimiento humano, es la
conmoción del Mesías en la que se hizo carne la ternura de Dios”. La Escritura enseña que: No existe para el
hombre, ”descanso” verdadero, integral, si no es en el creador. Dios trabajó
seis días, llevando a cabo la obra de la creación, y el séptimo día, Dios”
descansó”. El primero que trabaja y luego cesa en su trabajo es Dios. “Y
bendijo Dios el día séptimo y lo santificó, porque en él cesó toda la obra
creadora” (Gen 2, 2).
El intérprete minucioso de la
Palabra de Dios, nos propone pensar en la propuesta: Si no descansa el alma,
tampoco puede descansar el cuerpo. El verdadero descanso tiene en cuenta que el
hombre, en su parte más noble, es imagen de Dios y está radicalmente ordenado a
Dios. El verdadero descanso exige la amistad con Dios. El descanso integral fue
dado al mundo en Cristo: “Venid a mí los que estáis cansados y agobiados: yo os
daré descanso” (Mateo 11,28). El auténtico sentido lógico del descanso lo
propone el Mesías: “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y encontraréis
descanso para vuestra alma” (Mateo 11,29).
Aprendemos una buena lección
pastoral: “Los apóstoles no dejan de ser discípulos, el Maestro sigue
conduciéndolos para indicarles no sólo la forma de hacer la misión sino qué
hacer también después de ella.” Hay que darse una oportunidad en la vida. Hay
que abrirle espacios a la vida, hay que oxigenar la vida, con la fe, la
oración, la conversión, el discernimiento, el descanso, la tranquilidad, el
olvido de rencores. Cuida tu salud: “El trabajo sin prisa es el mayor
descanso”.