Evangelio para el domingo 1 de agosto 2021. Hay que buscar a Dios porque Él es Dios. “Después que Jesús dio de comer a la multitud, vieron que no estaba él allí ni tampoco sus discípulos, y subieron a las barcas y se fueron a Cafarnaún a buscar a Jesús. Cuando lo encontraron a la otra orilla le dijeron “Rabí, ¿Cuándo llegaste? Jesús les contestó: Yo les aseguro ustedes me buscan por haber comido pan hasta quedar llenos, y no porque hayan creído viendo las obras que realizo. Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para vida eterna. (Juan 6, 24-35). Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué.
Los bienes salvíficos que ofrece Jesús se condensan en el término Vida.
El Hijo de Dios se presenta como el Señor de la vida; como el Pan de vida; como el alimento que perdura; como el Pan de vida eterna. La razón esencial por la cual, Dios envió su Hijo al mundo, es para ofrecer °°° “La salvación”. Dios quiere que hombres y mujeres se salven, que se preocupen en esta vida, por el alimento que da la vida eterna. La salvación viene de Dios, es de Dios, solo Dios puede ofrecer vida eterna. Así pues, que aspirar a la eternidad es una propuesta sobrenatural, depende esencialmente de Dios, sobrepasa las capacidades de la inteligencia y las fuerzas de la voluntad humana. (Catecismo Iglesia Católica, n. 1998). La Eucaristía debe ocupar el puesto central en los sentimientos y los afectos de un creyente, porque es alimento de vida eterna. (cfr. Juan 6, 51). El misterio de nuestra fe, católica
– cristiana, está en el mandato de Dios: que creamos en quien él ha enviado. (cfr.
Juan 6, 29). Podemos afirmar sin lugar a equivocarnos, que la fe y los
sacramentos son dos aspectos complementarios de la vida eclesial. Así lo enseña
el Papa Emérito, Benedicto XVI en su Exhortación apostólica: Sacramentum
Caritatis, 6). Dice el Pontífice: La Eucaristía es “misterio de la fe” por
excelencia: "es el compendio y la suma de nuestra fe". La fe de la
Iglesia es esencialmente fe eucarística y se alimenta de modo particular en la
mesa de la Eucaristía. "Gracias a
la Eucaristía, la Iglesia renace siempre de nuevo".
He aquí la conclusión sabia de un
excelente intérprete de la Palabra de Dios: Buscar a Dios porque es Dios y no
sólo porque nos puede dar algo, es una actitud noble del hombre que sabe que
las cosas pasajeras jamás le llevarán a una felicidad plena. La comunión con
Cristo en esta vida nos prepara a cruzar la frontera de la muerte, para vivir
sin fin en Él. Cuida tu salud: No reduzcamos nuestro trato con Dios a simples
peticiones.