Evangelio para el domingo 4 de julio 2021. Nuestra Fe, tiene sus pruebas. °°° “Fue Jesús a su pueblo en compañía de sus discípulos. Cuando llegó el sábado empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: - « ¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? °°° (Marcos 6, 1-6). Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué.
Escándalo es el ambiente más propicio para descubrir el
velo de la incredulidad. Así nos lo hace comprender el santo Padre emérito,
Benedicto XVI. Jesús se hace piedra de
escándalo, pone a prueba la fe del pueblo, tal como lo enseñó el profeta a
Israel hablando de "Yahveh Sebaot": “A ése tened por santo, sea él
vuestro temor y él vuestro temblor. Será un santuario y piedra de tropiezo y
peña de escándalo para entrambas Casas de Israel; lazo y trampa para los
moradores de Jerusalén." (Isaías 8, 13-14).
Nadie es
profeta en su tierra: frase elocuente y sabia del Maestro de los Maestros.
Aforismo teológico bíblico, enseñanza para quien desee entender. Nos cuesta
creer en una persona que ha convivido mucho tiempo con nosotros y ahora viene a
darnos lecciones de vida. Dicen los paisanos del Nazareno: “¿Pero no es este el
hijo del carpintero, cómo es que salen tantos milagros de sus manos?”.
Tendríamos que aprender la primera lección: si vemos las cosas como nosotros
queremos, entonces dejaría de ser fe y sería certeza de lo que queremos ver. Sabiamente
decía el santo de Hipona: “Me conocen y no me conocen. Saben de dónde vengo y
no lo saben. Saben de dónde vengo: soy Jesús de Nazaret, también conocen a mis padres.” (San Agustín).
El Maestro se convierte en signo de
contradicción. (cfr. Lucas 2, 34). En la manera lógica de nuestra razón, parece
imposible comprender, cómo una persona puede maravillarse y al mismo tiempo
juzgar la identidad de alguien En la primera predicación en la sinagoga de
Cafarnaúm (cfr. Marcos 1, 21-22), los asistentes reconocen la autoridad en la
enseñanza del Hijo de Dios, su poder contra los demonios. Inexplicablemente sus
coterráneos se escandalizan del Salvador del mundo. El hermeneuta bíblico
advierte: Las dos formas básicas del ministerio de Jesús son precisamente la
enseñanza y los milagros. El punto problemático es la proveniencia de sus
conocimientos y de su poder. Una posible
conclusión para nuestra vida en la fe, podría ser: Nuestro conocimiento de
Jesús tiene necesidad sobre todo de una experiencia viva: el testimonio de otra
persona es ciertamente importante. Cuida tu salud: Quien cree: sabe y entiende
que Jesucristo verdaderamente es el Salvador del mundo. (cfr. Juan 4, 42).