23 de septiembre de 2021

EL ÚNICO DUEÑO DE LA VERDAD ES JESÚS DE NAZARETH


Evangelio para el domingo 26 de septiembre 2021
"El único dueño de la verdad es Jesús de Nazareth.
  “ °°° « Maestro, hemos visto a uno que sacaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros.” Jesús respondió: “No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro”. °°°  Marcos 9, 38-43. 45. 47-48. Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué.   

            El Maestro está atento a la forma como va progresando el Reino de Dios en la comunidad. No es fácil cambiar los parámetros de pensamiento de una sociedad acostumbrada a medir su “Modus vivendi” y su “Modus operandi” con la desmedida fortaleza, la superioridad, el triunfalismo, el sentirse diferente a los demás. El presentarse ante las personas diciendo: “¿Usted sabe, quién soy yo? No podemos caer en la desafortunada idea de creer que tenemos el monopolio de la verdad. Tampoco podemos ubicarnos por encima de los demás, pensando que no debo escuchar a quien no piensa igual a nosotros. Eso es Intolerancia.
 
            El camino correcto en el arte comunicarse con los demás, de convivir con los demás, lo enseña el Salvador del mundo. El Hijo de Dios recomienda que debemos ser prudentes antes de emitir un juicio. La prudencia es la base de las virtudes en la ética de un ser humano. También existe un principio procesal el cual permite administrar justicia con mucha seguridad: “Audi alteram partem”.  Hay que aprender a escuchar a los demás. Hay que dejarse guiar más por el Espíritu de Dios y menos por la arrogancia humana. Así se lo enseñó Moisés a Josué hijo de Nun, cuando lo reprendió diciéndole: “Tienes demasiado celo por mí °°° Ojalá les diera el Señor a todos su espíritu y todos en el pueblo del Señor, fueran profetas” (cfr. Números 11,29).
 
            La exquisita enseñanza bíblica es superar la arrogancia, con la humildad: “Preserva a tu siervo de la arrogancia °°° así quedaré libre e inocente del gran pecado” (cfr. Salmo 18).  Quien pretenda tener autoridad sobre los demás, deberá hacerlo desde el servicio; con el respeto por la misión que los demás cumplen en la sociedad. Deberá convertirse en modelo y no en escándalo para los demás. El Papa Francisco propone que “la única autoridad creíble es la que nace de ponerse a los pies de los otros para servir a Cristo”. Lo contrario será un metal que resuena o un címbalo que aturde °°° (cfr. 1 Corintios 13,1). Cuida tu salud: Es preferible hacer el bien y servir, en lugar de disociar y lastimar las personas.