30 de septiembre de 2021

ÁNGELES Y ARCÁNGELES ESTÁN AL SERVICIO DE DIOS.


Evangelio para el sábado 2 de octubre 2021
. Ángeles y Arcángeles están al servicio de Dios
. °°° « Se acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: « ¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?» El llamó a un niño, le puso en medio de ellos y dijo: «Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos.” °°°
 Mateo 18, 1-5.10 Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué. 
 
            Un buen reto para una persona creyente, puede ser, proponerse ser el mejor en el Reino de Dios. La pregunta es: ¿Cómo lo puede logar? La respuesta la tiene el Maestro de Nazareth. “El primero debe ser el último y el servidor de todos”. Quien logre sostener un alma limpia, pura y sincera, ese será el mejor. Quien perdona 70 veces siete, ese es un modelo cualificado para los demás.  San Agustín decía: “Nada podemos dar a Dios que sea nuestro; pero si podemos dar al prójimo. Dando al menesteroso grajearás para ti la abundancia”. Pero el dar, no se trata siempre de dar dinero o bienes materiales, sino el darse uno mismo, sirviendo a los demás. Se trata de servir a los demás, con nuestro amor y no solamente con nuestro dinero, porque el dinero muchas veces nos sirve de disculpa para no servir a los demás.
 
            El Concilio Ecuménico Vaticano II, en su constitución, Lumen Gentium,  afirma que: “Servir es reinar”. “Servir es amar”. Servir o ser servido, es esta una pregunta sabia, inteligente e incluso le define el ser y el quehacer de una persona.  ¿A que hemos venido a este mundo: A servir o a ser servidos? Desde luego que los que somos creyentes y nos tomamos en serio, lo que creemos, inmediatamente nos decimos, hemos venido a servir, cada uno desde donde Dios nos ha situado.  Ángeles y Arcángeles están al servicio de Dios y cada uno de ellos cumple una misión especial. La vocación esencial de los ángeles es contemplar y alabar a Dios. Existen los ángeles custodios o ángeles de la guarda. 
 
            Tradicionalmente hemos experimentado y nos han evangelizando indicándonos que cada persona tiene un ángel custodio. San Jerónimo, Patrono de todos aquellos que deseen entender mejor la Sagrada Escritura, afirmaba: “Grande es la dignidad de las almas cuando cada una de ellas, desde el momento de nacer, tiene un ángel destinado para su custodia”.  Una excelente escritora indicaba que: “La misión de los ángeles custodios es acompañar a cada hombre en el camino por la vida, cuidarlo en la tierra de los peligros de alma y cuerpo, protegerlo del mal y guiarlo en el difícil camino para llegar al Cielo. Se puede decir que es un compañero de viaje que siempre está al lado de cada hombre, en las buenas y en las malas. No se separa de él ni un solo momento.”
 
            Existe una buena cantidad de momentos en la historia de la salvación narrada en la Sagrada Biblia donde los Ángeles cumplen la misión que el Creador les encomendó: Por ejemplo, los ángeles comparten los éxitos de los creyentes: `Alegraos conmigo, porque he hallado la dracma que había perdido.' Pues os digo que, del mismo modo, hay alegría entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.» Dios se alegra con nosotros. Los ángeles también se alegran con nosotros. (cfr. Lucas 15, 8-10).  Los ángeles conducen las almas buenas hacia la eternidad: Sucedió, pues, que murió el pobre, y los ángeles lo llevaron a disfrutar de la compañía de Abrahán. (cfr. Lucas 16, 22). Los ángeles liberar a las personas en nombre de Dios: la milagrosa liberación de Pedro que fue sacado de la prisión por un ángel (Hechos 12,7ss) y cuando el ángel del Señor detuvo el brazo de Abraham para que no sacrificara a Isaac. (cfr. Génesis 22, 10-11).
 
            Los ángeles permiten entender en qué consiste la resurrección: Pero es que tampoco pueden ya morir, porque son iguales a los ángeles, y siendo seres resucitados, son hijos de Dios. (cfr. Lucas 20, 27. 34-38). “Jesús aclara que el cielo es una realidad totalmente diferente, no es la tierra mejorada. El cielo es el ámbito de Dios y donde la vida es participación en la plenitud divina. Por eso el Señor dice: Allí serán como ángeles, hijos de Dios”. Nos podríamos preguntar: ¿Cuándo viene el hijo de Dios? La respuesta no la saben, ni siquiera los ángeles. “Porque en cuanto a la hora y al día ninguno lo sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, ni tampoco el Hijo, sino sólo el Padre” (Mateo 24,36). Cuida tu salud: “Los ángeles se regocijan cuando un pecador se arrepiente” (Lucas 15,10).