Evangelio para el miércoles 8 de septiembre 2021. María santísima, el regalo hermoso de Dios para la humanidad y la Iglesia Católica. °°° «El nacimiento de Jesucristo fue de la siguiente manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.» °°° Mateo 1, 18-23. Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué.
Tenemos razones teológicas,
históricas, tradicionales, eclesiales y magisteriales, para celebrar como
católicos el nacimiento de la Santísima Virgen María. Así se vive este
acontecimiento desde el siglo VI en oriente, cuando se fija la fecha el día con
el que se abre el año litúrgico bizantino, el cual se cierra con la dormición
de la Virgen. Este momento, dio paso a un segundo, en el siglo VII cuando la
fiesta del natalicio, se celebraba con una procesión letanía, que terminaba en
la basílica de Santa María la Mayor en la ciudad de Roma. Nuestra querida
señora del cielo, madre nuestra y de la Iglesia. Ocupa un lugar especial en el
corazón del mundo católico.
De acuerdo a la Sagrada Escritura,
María Santísima es Llamada por Dios para cumplir la misión de ser Madre y
esposa. María es Agradable a los ojos de
Dios: “Cómo es posible eso si yo no conozco varón. (cfr. Lucas 1,34) María es
modelo de quien hace la voluntad de Dios: “Hágase en mí según tu Palabra”
(Lucas 1,38). María confía en su Hijo y se preocupa por los demás. (cfr. Juan
2,1-5). María Asume el dolor de su Hijo, gana el título de Corredentora “Ahí
tienes a tu madre”(cfr. Juan 19, 27). María responde a la misión encomendada.
Acompañó siempre a los apóstoles. (cfr.
Hechos 1,14). María Santísima se conserva
como una mujer virtuosa.
El nacimiento, la presencia, la
vida, el apostolado, la misión y la grandeza de la Virgen María, ha sido un
acontecimiento trascendental para la historia de la salvación y para la vida de
la Iglesia Católica. San Juan Damasceno, sacerdote y doctor de la Iglesia, el primero de la larga fila de aristotélicos
cristianos, uno de los dos grandes poetas de la Iglesia oriental. Elige la vida
ascética para vivir el evangelio en manera radical. Por su profunda cultura
teológica y de otras disciplinas profanas, Juan ha sido apodado "el Santo
Tomás de Oriente", hasta el punto que el Papa León XIII lo proclamó Doctor
de la Iglesia en 1890.
El santo también es recordado por su
profunda devoción a la Virgen María, al igual que sus homilías. Decía: “Celebremos
con alegría la fiesta natalicia del gozo de todo el Universo. Tenemos razones
muy válidas para honrar el nacimiento de la Madre de Dios, por medio de la cual
todo el género humano ha sido restaurado y la tristeza de la primera madre,
Eva, se ha transformado en gozo. Ésta escuchó la sentencia divina: parirás con
dolor. A María, por el contrario, se le dijo: Alégrate, llena de gracia!”.
El Papa Francisco, propone seguir
las enseñanzas de María Santísima, quien fue la fiel cumplidora de las
bienaventuranzas: “ella vivió como nadie las bienaventuranzas de Jesús. Ella es
la que se estremecía de gozo en la presencia de Dios, la que conservaba todo en
su corazón y se dejó atravesar por la espada. Es la santa entre los santos, la
más bendita, la que nos enseña el camino de la santidad y nos acompaña. Cuida
tu salud: María Santísima, le enseñó a su Hijo el palpitar de Dios en la
historia.