27 de enero 2018. Padre, Mario García Isaza. Formador
seminario mayor en Ibagué, Colombia. "Una vez más, y en buena hora, hablan nuestros pastores". Se inició, y anda raudo, un nuevo año. Un
2018 en el decurso del cual enfrentaremos los colombianos la responsabilidad de
participar en unas elecciones parlamentarias y presidenciales de una
trascendencia como quizá jamás un evento electoral había tenido en la historia
de Colombia. Dichas elecciones se darán en el contexto social y político de un
gobierno que termina dejando al país gravísimamente enfermo.
Con un mandato
espurio, quien ha malgobernado a Colombia durante los últimos años, poniendo
por encima de los verdaderos intereses de la comunidad, y de la voluntad
nítidamente expresada por la mayoría, su maquiavélico proyecto y sus
proditorios convenios con los enemigos de la democracia, valiéndose de
inacabables tretas para poner bajo la coyunda de su voluntad egolátrica las de
unos organismos subyugados, - léase parlamentos, cortes… - se va, dejando todo
el organismo de la patria anémico , empobrecido en todos los valores cristianos
que la nutrían, y que permitió y prohijó
que se socavaran sistemáticamente; se va, dejando, ¡ ciego y traidor ! , el
camino expedito para el asalto inmisericorde sobre esos valores de los confesos
enemigos de la civilización cristiana, de los más aviesos criminales, con quienes negoció como ellos quisieron muchas
cosas que eran y seguirán siendo innegociables.
Para detener, al borde del abismo, ese proceso nefando, sólo nos queda una
esperanza: que en las elecciones que se avecinan, de legisladores y de
presidente, los colombianos seamos suficientemente lúcidos y enhiestos para
decir otra vez, pero ahora con más fuerza aún y más decididos a no permitir que
de nuevo triunfen la trampa y la mentira, que NO. NO al proyecto socialista,
materialista y ateo que se nos quiere imponer. NO a quienes nunca han respetado
la ley natural, que es ley de Dios. NO a la destrucción de la familia,
establecida, de acuerdo con la ley natural y como célula irreemplazable de la sociedad,
exclusivamente sobre el amor entre hombre y
mujer. NO a la pretensión de impregnar los sistemas educativos de
Colombia con ideologías deletéreas e inmorales, y de negar a los padres de
familia el derecho irrenunciable de escoger la educación que quieren para sus
hijos. NO a los jueces y legisladores que pretenden que se continúe asesinando a los
aún no nacidos o a quienes sufren, por el aborto y la eutanasia. NO a quienes
han hecho posible que nuestro suelo se convierta en el emporio de la droga
maldita que envenena el cuerpo y el alma de la juventud del mundo. ¡NO a un
proyecto de país del que se quiere desterrar a Dios !.
En la perspectiva del hecho electoral, nos han hablado
de nuevo, en buena hora, nuestros Pastores. Un comunicado que lleva las firmas
del Presidente, el Vicepresidente y el Secretario General de la Conferencia
Episcopal, nos invita a cumplir de manera responsable e ilustrada con el deber
de participación política, mediante el ejercicio del voto. En lúcidas
reflexiones, los señores Obispos nos piden que no elijamos por simpatías personales
o por simples compromisos politiqueros, y menos aún dejando que sean compradas
nuestras decisiones con dádivas de cualquier índole; que lo hagamos en tal
forma que nuestro voto vaya en defensa de los auténticos valores sociales,
éticos y cristianos de la verdadera Colombia. Para que eso sea así, tenemos que
ilustrarnos, buscar orientación, examinar la trayectoria y las propuestas de
los distintos candidatos frente a esos valores innegociables. Es eso lo que
llamamos votar “en conciencia”. Hagamos lo que esté a nuestro alcance para que
el comunicado episcopal llegue a todos los colombianos. Autor. Padre, Mario
García. Correo: magarisaz@hotmail.com
Apostilla. Incalificables el contenido y el acento triunfalista con que
Profamilia, la sucursal colombiana del colonialista Planned Pareenthood,
presenta el informe de sus “logros” en el 2017 : se jacta de que lograron
realizar 10.517 “abortos legales”, frente a 6.500 que habían hecho en el 2016.
¡ Qué maravilla ! ¡ Qué progreso : 4.017
asesinatos más, de un año a otro ! Debe sentirse muy ufano el maestro del
paripé que nos gobierna, y deben estar riendo entre bambalinas los que dirigen,
bajo sus órdenes, la trágica comedia.