8 de junio de 2020

HORA SANTA. SOLEMNIDAD, CORPUS CHRISTI.


HORA SANTA "CORPUS CHRISTI" Para el día jueves 11 de junio año 2020. Autor: Padre, Héctor Giovanni Sandoval Moreno, delegado Pastoral Litúrgica, Arquidiócesis de Ibagué.
Monición: Señor Jesús, en este día como comunidad arquidiocesana, te pedimos: guíanos por los caminos de nuestra historia. Sigue mostrando a nuestra Iglesia de Ibagué y a nuestro nuevo arzobispo el camino recto. Mira a la humanidad que sufre ante esta pandemia, que vaga insegura entre tantos interrogantes. Mira el hambre física y psíquica que la atormenta. Da a los hombres el pan para el cuerpo y para el alma. Dales trabajo. Dales luz. Dales a ti mismo. Purifícanos y santifícanos a todos. Haznos comprender que nuestra vida sólo puede madurar y alcanzar su auténtica realización mediante la participación en tu pasión, mediante el «sí» a la cruz, a la renuncia, a las purificaciones que tú nos impones. Une a tu Iglesia: une a la humanidad herida. En este año sacerdotal en nuestra Arquidiócesis bendice a nuestros sacerdotes, dales constancia y fidelidad en su respuesta vocacional y aumenta el número de quienes respondan con total decisión a tu llamada en nuestra Iglesia de Ibagué.

Canto eucarístico
Exposición del Santísimo
Celebrante:
TE ADORAMOS, OH SEÑOR.
Verdadero Dios y verdadero hombre, realmente presente en este Santo Sacramento Te adoramos, Señor
Nuestro Salvador, Dios-con-nosotros, fiel y rico en misericordia     Te adoramos, Señor
Rey y Señor de lo creado y de la historia                                           Te adoramos, Señor
Vencedor del pecado y de la muerte                                                    Te adoramos, Señor
Amigo del hombre, resucitado y vivo a la derecha del Padre             Te adoramos, Señor

CREEMOS EN TI, OH SEÑOR
Hijo Unigénito del Padre, descendido del Cielo para nuestra salvación Creemos en ti, oh Señor
Médico celeste, que te inclinas sobre nuestra miseria                        Creemos en ti, oh Señor
Cordero inmolado, que te ofreces para rescatarnos del mal              Creemos en ti, oh Señor
Buen Pastor, que das la vida por la grey que amas                            Creemos en ti, oh Señor
Pan vivo y medicina de inmortalidad, que nos das la Vida eterna  Creemos en ti, oh Señor

LÍBRANOS, OH SEÑOR.
Del poder de Satanás y de las seducciones del mundo                      Líbranos, oh Señor
Del orgullo y de la presunción de poder prescindir de ti                  Líbranos, oh Señor
De los engaños del miedo y de la angustia                                          Líbranos, oh Señor
De la incredulidad y de la desesperación                                             Líbranos, oh Señor
De la dureza de corazón y de la incapacidad de amar                       Líbranos, oh Señor

SÁLVANOS, OH SEÑOR
De todos los males que afligen a la humanidad      Sálvanos, oh Señor
Del hambre, de la carestía y del egoísmo                           Sálvanos, oh Señor
De las enfermedades, de las epidemias y del miedo del hermano  Sálvanos, oh Señor
De la locura devastadora, de los intereses despiadados y de la violencia Sálvanos, oh Señor
De los engaños, de la mala información y de la manipulación de las conciencias Sálvanos, oh
Señor
Del desprecio a la celebración comunitaria de la Eucaristía             Sálvanos, oh Señor
           
CONSUÉLANOS, OH SEÑOR
Mira a tu Iglesia, que atraviesa el desierto                                           Consuélanos, oh Señor
Mira a la humanidad, aterrada por el miedo y la angustia                Consuélanos, oh Señor
Mira a los enfermos y moribundos, oprimidos por la soledad           Consuélanos, oh Señor
Mira a los médicos y operadores sanitarios, agotados por la fatiga Consuélanos, oh Señor
Mira a nuestros políticos y gobernantes, que llevan el peso de las decisiones Consuélanos, oh Señor

Monición: «En el Cenáculo se cumplen las palabras que había pronunciado Jesús cerca de Cafarnaúm: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo”. “El que come de este pan vivirá para siempre”. “El pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo”. Escuchemos.

Lectura Juan 5,48-58
Lectura del santo Evangelio según san Juan
"Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.». Discutían entre sí los judíos y decían: « ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?». Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre.» “Palabra del Señor

Momento de silencio
Lector 1: La Eucaristía es la cita del amor permanente de Cristo, nuestro hermano y Señor:
La Eucaristía, Pan partido y Sangre derramada, transfigura la materia, nuestro cuerpo y toda la creación, abriéndolo a la plenitud humano-divina en Cristo. En ella, cada día se glorifica toda vida ofrecida. En ella, cada día se diviniza el más leve signo de amor. En ella, cada día se hace semilla de eternidad toda muerte a uno mismo y al pecado.

Lector 2: Creo en la Eucaristía, sacramento del amor libremente ofrecido, fuente de toda vida que es siempre un regalo del Padre, alimento de un pueblo que aprende a amar, amando, fuerza de los testigos del amor que se dan, como el Maestro, sin esperar recompensa.

Lector 1: Creo en la Eucaristía sacramento de la verdad, fuente de la que brota la justicia fundamento de la paz y alimento de un pueblo que trata de vivir sin ripear fuerza de los testigos que rechazan toda complicidad con la mentira, a ser fieles al ejemplo del Maestro.

Lector 2: Creo en la Eucaristía sacramento de la unidad, fuente de la fraternidad universal, alimento de un pueblo unido en la diversidad, fuerza de los testigos de una Iglesia fraterna, que proclama su mensaje viviéndolo.

Canto eucarístico

LA EUCARISTÍA Y EL SACERDOCIO
Lectura 1 Corintios 11,23-26
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios
"Porque yo recibí del Señor lo que os he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este es mi cuerpo que se da por vosotros; haced esto en recuerdo mío.». Asimismo también la copa después de cenar diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces la bebiereis, hacedlo en recuerdo mío.». Pues cada vez que coméis este pan y bebéis esta copa, anunciáis la muerte del Señor, hasta que venga." Palabra de Dios

Reflexión:
Lector 1: El Sacramento más relacionado con la Eucaristía es el Sacerdocio. No puede pensarse uno sin el otro La Eucaristía, exige necesariamente el Sacramento del Orden. Nunca podrá haber Eucaristía sin sacerdote. Y el sacerdocio encuentra su plenitud, realizando la Eucaristía. La raíz teológica del sacerdocio católico, está en el sacerdocio de Cristo, único mediador entre Dios y los hombres y de Él, como una prolongación nace el sacerdocio ministerial, para perpetuar su misión santificadora.

Lector 2: La nueva Pascua debe ser permanente. Su sacrificio redentor debe perpetuarse a través de los siglos, gracias al sacerdocio ministerial que siempre estará al servicio de su Iglesia, en orden al desarrollo de la gracia bautismal de todos sus miembros. El sacerdocio instituido por Jesús, es el medio por el cual, no cesa de construir y conducir a sus discípulos.

Lector 1: Jesús, por propia voluntad, como en otro tiempo Dios escogiera una de las doce tribus, para el servicio litúrgico, escoge a “Doce” para que estuvieran con El. Los educó y formó de manera especial haciéndolos partícipes  de su propia misión y los envía como el Padre lo envió a Él y deben actuar como El, en favor de sus hermanos.

Lector 2: Lo específico del Ministerio Sacerdotal, no se puede reducir a funciones puramente cultuales o sacramentales; querer circunscribir la labor sacerdotal en torno a estas actividades, es minimizar la misión a la que fue llamado. El Sacerdote además de ser dispensador de las cosas sagradas, es pregonero de la palabra de Dios; pastor que guía y custodia la comunidad y se solidariza con el hombre en forma preferencial por el que sufre, por el más débil.

Lector 1: Acercarse al hombre en su situación concreta, comporta asumir responsablemente la suerte de los que menos tienen, de los desplazados por circunstancias migratorias, de los enfermos, de los ancianos y de los marginados. Debe como Cristo pasar haciendo el bien.

Lector 2: Y el mayor bien que se puede hacer a un hombre es cerciorarle de que es amado por Dios. El Sacerdote debe ser signo transparente del Buen Pastor, para poder así prolongar la misión de Cristo. Hoy Corpus Christi agradezcamos a Dios esas dos fuentes de vida sobrenatural; esos dos Sacramentos con los que quiso enriquecer a su Iglesia. Acerquémonos con frecuencia a recibir el cuerpo de Cristo y oremos por nuestros sacerdotes, para que realmente sean luz del mundo y sal de la tierra.

Canto vocacional
PRECES
Celebrante: Llegada la hora de pasar de este mundo al Padre, el Señor Jesús nos dejó el testamento de su amor en el don supremo de la Eucaristía. Conscientes de que el Padre lo ha puesto todo en sus manos, dirijamos a El nuestra oración diciendo: Escucha, Señor, nuestra oración.

1.         Por nuestro arzobispo electo Orlando, nuestro administrador apostólico Miguel Fernando y los presbíteros de nuestra Iglesia de Ibagué, para que vivan su sacerdocio como servicio incansable y donación sin límites a Cristo, presente en sus hermanos. Oremos.
2.         Por los cristianos divididos, para que este memorial de la santa Cena haga resonar en su espíritu la ardiente llamada a la unidad que hiciste en tu oración sacerdotal al Padre. Oremos.
3.         Por la santa Iglesia, para que, fortalecida con el pan de la vida, camine por el mundo anunciando con las palabras y las obras el Evangelio de Jesús. Oremos.
4.         Por los sacerdotes, ministros de la Palabra y de la Eucaristía, para que repartan abundantemente este pan a quienes tienen hambre de Cristo. Oremos,
5.         Por los gobernantes, los hombres de empresa y los dirigentes sindicales, para que aúnen sus esfuerzos en la consecución de trabajo y pan para todos. Oremos.
6.         Por los enfermos y moribundos, para que sean alimentados y conformados con el Pan eucarístico que alimenta y fortalece. Oremos.

Celebrante: Padre, en esta hora suprema en que Cristo nos llama como amigos a comer la pascua con Él, haznos dignos de ser herederos y comensales de su gloria en el banquete eterno. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor.

Letanías del Santísimo Sacramento
Celebrante:

Señor, Ten Piedad.                                  Señor, Ten Piedad.
Cristo, Ten piedad,                                  Cristo, Ten piedad,
Señor ten piedad.                                     Señor ten piedad.
Cristo, óyenos.                                                                    Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos                                                             Cristo, escúchanos           

Dios, Padre Celestial,                        Ten piedad de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundo,
Dios, Espíritu Santo,

Santa Trinidad, que eres un solo Dios,

Dios Padre Misericordioso                                                      ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Camino, Verdad y Vida para el hombre,               ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios,                                              ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, Amor oculto de Dios,                                       ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, Vida Divina para los Hijos de Dios,              ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, Semilla de Eternidad,                                      ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, Multiplicada en el Altar para dar Vida al mundo,             ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, Que has acampado entre los tuyos y no Te reciben, ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, Levadura de Unidad entre los que conocen tu Evangelio, ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, Aniquilada sobre el Altar para dar fortaleza a los humildes, ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, Ultrajada por las blasfemias de los hombres,          ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, Desconsiderada por los soberbios,                           ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, Profanada por los impíos,                                          ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, Abandonada por los impíos,                                      ten piedad de nosotros.
Sagrada Hostia, Víctima de Reparación por los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

Por todas las blasfemias contra el Santo Nombre de Dios,                perdón, Señor, perdón.
Por la profanación de los Domingos,                                                     perdón, Señor, perdón.
Por las faltas de respeto y devoción en tu Santo Templo,                  perdón, Señor, perdón.
Por la degradación de la Liturgia en tu Santo Servicio,                      perdón, Señor, perdón.
Por la pérdida del espíritu de Adoración,                                            perdón, Señor, perdón.
Por la frialdad con que te tratan muchos sacerdotes,                          perdón, Señor, perdón.
Por la falta de “apetito” hacia el Pan de la Vida,                                 perdón, Señor, perdón.
Por la indiferencia de los que a diario pasan por delante de tu Santo Templo, perdón, Señor, perdón.
Por los sacrilegios con que se profana el Sacramento del Amor,      perdón, Señor, perdón.
Por tantas Comuniones indignas,                                                           perdón, Señor, perdón.
Por el abandono de tantos Sagrarios en los que Tú nos esperas,      perdón, Señor, perdón.
Por las infidelidades de aquellos que se alimentan de Ti,                perdón, Señor, perdón.
Por los que viven alejados de la Única Iglesia que Tú fundaste,      perdón, Señor, perdón.
Porque no te amamos con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con todas nuestras fuerzas,                                                                                                           perdón, Señor, perdón.
Porque no amamos a nuestros hermanos como Tú nos amas,          perdón, Señor, perdón.
Porque no tenemos deseos de Perfección,                                            perdón, Señor, perdón.
Por tu amarga tristeza al ver la pérdida de tantas almas,                  perdón, Señor, perdón.
Por tu Pasión Eucarística,                                                                        perdón, Señor, perdón.

Nosotros, pecadores,                                                                                te rogamos óyenos.
Que nos perdones,                                                                                    te rogamos óyenos.
Que nos hagas conocer tu Amor por nosotros en el Santísimo Sacramento, te rogamos óyenos.
Que nos concedas vivir en Ti, por Ti, de Ti, y para Ti, a los que nos alimentamos de tu Cuerpo y de tu sangre,                                                                                        te rogamos óyenos.
Que nos permitas ser testigos de tu Amor Sacramentado,                te rogamos óyenos.
Que te dignes aceptar nuestra humilde reparación por el Inmaculado Corazón de María, la Primera Reparadora.                                                                        te rogamos óyenos.

Pan de los Ángeles,                                                                      Quédate con nosotros, Señor.
Pan de fraternidad                                                                         Quédate con nosotros, Señor.
Cuerpo y Sangre entregados por nosotros,                               Quédate con nosotros, Señor.
Cuerpo y Sangre que dan la vida.                                              Quédate con nosotros, Señor.
Cuerpo y Sangre que alimentan la esperanza.,                         Quédate con nosotros, Señor.
Cuerpo y Sangre que fortalecen la fe                                         Quédate con nosotros, Señor.
Cuerpo y Sangre, signos vivos de caridad.                               Quédate con nosotros, Señor.
Cuerpo y Sangre para acompañar el camino de los creyentes. Quédate con nosotros, Señor.
Cuerpo Y Sangre, presencia real del Salvador,                        Quédate con nosotros, Señor.
Cuerpo Y Sangre, alimento espiritual de la Iglesia,                Quédate con nosotros, Señor.
Cuerpo y Sangre, consuelo y vida de los cristianos.               Quédate con nosotros, Señor.
Cuerpo y Sangre, viático para a la vida eterna.                        Quédate con nosotros, Señor.

Para que reine la paz,                                                                   Quédate con nosotros, Señor.
Para que encontremos caminos de reconciliación,                  Quédate con nosotros, Señor.
Para que sintamos tu llamada a la conversión,                        Quédate con nosotros, Señor.
Para que vivamos unidos en la fe y en la verdad,                   Quédate con nosotros, Señor.
Para que reine la justicia que procede de tu amor,                 Quédate con nosotros, Señor.
Para que cesen los odios y las venganzas,                                Quédate con nosotros, Señor.
Para que triunfe el amor y la esperanza.                                               Quédate con nosotros, Señor.
Para que perdonemos como Tú.                                                 Quédate con nosotros, Señor.
Para que santifiques y conserves tu santa Iglesia.                   Quédate con nosotros, Señor.
Para que santifiques, protejas y bendigas a tus sacerdotes,   Quédate con nosotros, Señor.
Para que acompañes y lleves a su plenitud las vocaciones.  Quédate con nosotros, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,                Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo                 Óyenos Señor
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,                Ten piedad de nosotros.

BENDICIÓN CON EL SANTISMO
Se toma ahora el incensario  y de rodillas se inciensa el Santísimo Sacramento, mientras que se canta el Himno Tantum Ergo.

Tantum ergo sacramentum veneremur cernuiet antiquum documentum novo cedat ritui prestet fides suplementum sensuum defectui  Genitori Genitoquelaus et iubilatiosalus, honor, virtus quoque sit et benedictio Procedenti ab Utroque compar sit laudatio. Amen

El celebrante:

            Bendito sea Dios.
            Bendito su santo nombre,
Bendito Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
            Bendito Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar
            Bendita su Preciosísima sangre
            Bendito el Espíritu Santo Consolador.
            Bendita la gran Madre de Dios, María Santísima,
Bendita su Santa e Inmaculada Concepción
            Bendita su gloriosa Asunción.
            Bendito el nombre de María Virgen y Madre.
            Bendito San José su castísimo esposo.
            Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos.
            Danos sacerdotes Santos.-
Danos muchos sacerdotes Santos.

Celebrante:   Les diste, Señor, el pan del cielo.
Asamblea:     Que contiene en sí todo deleite

Celebrante
Oremos: Señor Jesucristo, que en el admirable sacramento de la Eucaristía nos dejaste el memorial de tu Pascua, haz que adoremos con viva fe el santo misterio de tu Cuerpo y de tu Sangre, para sentir siempre en nosotros el fruto de la redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. R/. Amén.
           
            E imparte con toda solemnidad la bendición Eucarística y se hace la reserva
Canto de acción de gracias