21 de enero 2020. En su homilía de la Misa celebrada en la
Casa Santa Marta de este 21 de enero, el Papa Francisco advirtió que “el ser
cristiano, ser bautizado, ser ordenado sacerdotes y obispos es pura gratuidad”
porque “los dones del Señor no se compran”. Así lo indicó el Santo Padre al
reflexionar en la Primera Lectura de la liturgia de hoy del Primer Libro de
Samuel en donde se relata la unción de David.
El Papa señaló que, entre los hermanos, fue elegido el más
pequeño, “el más limitado, aquel que no tenía títulos, que no tenía nada” y
esto muestra “la gratuidad de la elección de Dios”.
“Cuando Dios elige,
muestra su libertad y la gratuidad. Pensemos en todos los que estamos aquí:
¿por qué nos eligió el Señor? ‘No, porque somos de una familia cristiana, de
una cultura cristiana...’. No. Muchos de familia cristiana y de cultura
cristiana rechazan al Señor, no quieren. Pero ¿cómo es que estamos aquí,
elegidos por el Señor? Gratuitamente, sin ningún mérito, gratuitamente.
El Señor nos eligió gratuitamente. No hemos
pagado nada para convertirnos en cristianos. Nosotros los sacerdotes, los
obispos no hemos pagado nada para convertirnos en sacerdotes y obispos, al
menos eso creo, ¿no? Porque hay, sí, aquellos que quieren avanzar en la llamada
carrera eclesiástica, que se comportan
de una manera simoníaca, buscan influencias para convertirse aquí, allá,
allá ... trepadores. No, pero esto no es cristiano. Ser cristiano, ser
bautizado, ser ordenado sacerdote y obispo es pura gratuidad. Los dones del
Señor no se compran”, afirmó el Papa.
En esta línea, el Santo Padre exhortó a “ser santos” y
añadió que la santidad cristiana es
“cuidar el don, nada más” comportándose de tal modo para “que el Señor
permanezca siempre”.
“En la vida ordinaria, en las empresas, en el trabajo,
muchas veces para tener un lugar más alto, se habla con este funcionario, se
habla con este gobernante, se habla con ese de aquí..., para que ‘dile al jefe
que me lleve...’. No es un regalo; eso es trepar. Pero ser cristianos, ser
sacerdotes, ser obispos es solo un regalo. Y así se entiende nuestra actitud de
humildad, lo que debemos tener: sin ningún mérito. Solo que debemos cuidar este
regalo, que no se pierda”, pidió.
De este modo, el Pontífice recordó que “todos estamos
ungidos por la elección del Señor; debemos cuidar esta unción que nos hizo
cristianos, que nos hizo sacerdotes, que nos hizo obispos” y agregó “esto es la
santidad. Las otras cosas no son necesarias. La humildad de cuidar. Y entonces,
el regalo. ¿Cuál es el gran regalo de Dios? ¡El Espíritu Santo! Cuando el Señor nos eligió, nos dio el
Espíritu Santo. Y esto es pura gracia, es pura gracia. Sin ningún mérito
nuestro”.
Por ello, el Papa Francisco pidió en su homilía no olvidar
al pueblo de Dios porque “si nosotros los cristianos olvidamos al pueblo de
Dios, incluso a los no creyentes, si los sacerdotes olvidamos nuestro rebaño,
si los obispos olvidamos esto y nos sentimos más importantes que los demás,
negamos el don de Dios” y añadió que es como decirle al Espíritu Santo: “vete tranquilo
en la Trinidad, descansa, que yo puedo solo” por lo que el Papa remarcó “y esto
no es cristiano, esto no es cuidar el don”.
“Pidamos hoy al Señor, pensando en David, que nos dé la
gracia de agradecer por el don que nos ha dado, de ser conscientes de este don,
tan grande, tan hermoso y de cuidarlo -esta gratuidad, este don- cuidarlo con
nuestra fidelidad”, concluyó. Lectura bíblica comentada por el Papa Francisco: I
Samuel 16:1-13 Fuente: Aciprensa Redacción.