30 de enero 2020. El Papa Francisco pidió para todos “la
gracia de vivir cristianamente y sobre todo de no tener miedo a la cruz, a la
humillación, porque este es el camino que Él ha elegido para salvarnos y esto
es lo que garantiza que mi medida sea cristiana: la capacidad de llevar la
cruz, la capacidad de sufrir alguna humillación”.
En la homilía de la Misa en la Casa Santa Marta, el Santo
Padre reflexionó en torno a la lectura del Evangelio de Marcos (Marcos 2,
21-25), un pasaje del Evangelio en el que el evangelista presenta ricas frases y consejos de Jesús, informa Vatican
News.
Todos seremos
juzgados
Francisco eligió uno de ellos: “Con la medida con la cual
mides, serás medido” y expuso que todos tenemos que rendir cuentas a la vida,
lo hacemos en el presente y sobre todo, lo haremos al final de ella.
En esa frase, continúa,
Jesús “nos dice exactamente cómo será ese momento”, es decir, cómo será el juicio. Para él, si el
pasaje de las Bienaventuranzas y el equivalente capítulo 25 del Evangelio de
Mateo presentan “las cosas que tenemos que hacer”, el cómo hacerlas, el “estilo
con el que tenemos que vivir”, lo que el Señor indica en el Evangelio de hoy es
la “medida”.
Medida para juzgar a
los demás
“¿Con qué medida mido yo a los demás? ¿Con qué medida me
mido? ¿Es una medida generosa, llena del amor de Dios, o es una medida a nivel
del suelo? Y por esa medida seré juzgado, no será otra: aquella, aquella que yo
hago”, apuntó el Pontífice.
Y continuó: “¿Cuál es el nivel en el que pongo mi vara? ¿Lo
puse alto? Tenemos que pensar en eso. Y esto lo vemos no sólo, no tanto en las
cosas buenas que hacemos o en las cosas malas que hacemos, sino en el estilo
continuo de vida”.
Así, el Obispo de Roma resaltó que cada uno tiene un estilo
propio, “un modo de medirse a sí mismo, a las cosas y a los demás” y este será
el mismo que usará el Señor con nosotros. Por lo tanto, describió que quien mide con egoísmo, así será medido;
quien no tiene piedad y para solo trepar en la vida “es capaz de pisotear la
cabeza de los demás”, será juzgado de la misma manera, es decir “sin piedad”.
Estilo de vida
cristiano
Frente a ello, el Papa ofrece el verdadero estilo de vida
cristiano: “Es la capacidad de
humillarme, es la capacidad de sufrir humillación. A un cristiano que no es
capaz de llevar consigo las humillaciones de la vida, le falta algo. Es un
cristiano de pintura o de interés”.
Y añadió, “pero, ¿Por qué padre esto? Porque lo ha hecho
Jesús, se anonado a sí mismo, dice Pablo: ‘Se anonadó a sí mismo hasta la
muerte y la muerte de cruz’. Él que era Dios pero no se aferró a eso: se
anonadó a sí mismo. Este es el modelo”.
La medida cristiana
Para dar ejemplo de un estilo de vida “mundano” e incapaz de
seguir el modelo de Jesús, el Papa remite a las “quejas” que le presentan los
obispos cuando les resulta difícil trasladar a los sacerdotes a las parroquias
porque las consideran “de una categoría inferior” a la que desearían y
consideran el traslado como un castigo.
En ello se reconoce “mi estilo”, “mi manera de juzgar”, por
la actitud que se toma ante la humillación: “Un modo de juzgar mundano, una
manera de juzgar pecaminosa, una manera de juzgar empresarial, un modo de
juzgar cristiano”.
En este sentido, el Santo Padre, reiteró: “Con la medida con
la cual mides serán medidos ustedes”, la misma medida. Si es una medida cristiana, que sigue a Jesús, en su camino, con la
misma seré juzgado, con mucha, mucha, mucha piedad, con mucha compasión,
con mucha misericordia. Pero si mi medida es mundana y sólo uso la fe cristiana
– sí, lo hago, voy a Misa, pero vivo como un mundano – seré medido con esa
medida”. Fuente: Aciprensa. Larissa López.