Evangelio para el Sábado 1 de mayo 2021. San José: obrero por excelencia. “Fue Jesús a su ciudad y se puso a enseñar en la sinagoga. La gente decía admirada: -« ¿De dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿No viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?» (Mateo 13, 54-58). Santo Tomás de Aquino es supremamente elocuente al presentar y reflexionar sobre san José proponiendo su santidad de vida como algo que excede a la de todas las criaturas humanas y angélicas. Como esposo de María y padre virginal de Jesús, su relación con María y con Jesús, le hace vivir envuelto en sacramento permanente de Dios. Conviviendo pues, con el autor de la gracia y con la llena de gracia, ¿hasta dónde alcanzará la gracia, al que, habiendo sido elegido para esposo y padre de las dos criaturas más amadas del Padre celeste, debe también haber recibido los dones que eran requeridos por esa misión delicada y excelsa? Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué.
San José es modelo: La historia
bíblica lo demuestra. La Iglesia Católica lo pregona. La experiencia misma lo
comprueba. El martirologio romano propone a san José obrero como modelo, quien
siendo humilde carpintero de Nazareth, proveyó con su esfuerzo y trabajo las
necesidades de Jesús y de María. En 1955 el Papa Pio XII propone la fiesta
litúrgica, como el guardián de las familias, de los trabajadores, de los
derechos de las personas, del valor sagrado del trabajo. San Juan Pablo II,
Papa, afirmó que mediante el trabajo no sólo el hombre transforma la naturaleza
adaptándola a las propias necesidades, sino que se realiza a sí mismo como
hombre, es más, en un cierto sentido ‘se hace más hombre”. Con motivo del
jubileo de los trabajadores en el año 2000, el santo padre, san Juan Pablo,
destacó el primero de mayo afirmando que: La fiesta del trabajo trae a la
memoria la laboriosidad de los hombres que, cumpliendo el mandato del Señor de
la vida, quieren ser constructores de un futuro de esperanza, justicia y
solidaridad para la humanidad entera. En este camino de civilización, gracias a
las nuevas tecnologías y a la telemática, se abren hoy posibilidades inéditas
de progreso.
San José es el hombre justo por
antonomasia. Su vida es motivo de ejemplo para las futuras generaciones, como
modelo de esposo, de padre, custodio de la familia, patrono de la Iglesia, el
hombre de los sueños, el hombre dócil y sabio. Custodio de María y de Jesús de
Nazareth. Excelente modelo de creyente. Modelo de aquel que escucha y obedece la
voz de Dios. Verdaderamente un prodigio de santidad. San José es el protector
de la buena muerte. (Catecismo # 1014). Cuida tu salud: San José llamado a ser
custodio del Redentor. (cf. Mateo 1, 24).