30 de abril de 2021

UN RETO LLAMADO GREGORIO


30 de abril 2021
. UN RETO LLAMADO GREGORIO
Desafíos pastorales luego de la beatificación del “médico de los pobres” Pbro. Raúl Ortiz Toro Párroco, Parroquia del Divino Niño. Arquidiócesis de Ibagué (Colombia).
Próximo a cumplir 55 años, el médico José Gregorio Hernández Cisneros perdió la vida en Caracas, embestido por un automóvil, el 29 de junio de 1919, hace 102 años. Su vida, muchas veces conocida solo superficialmente, debido a la proliferación de centros de santería que malévolamente han usado su nombre y figura para alentar una perniciosa devoción que nada tiene que ver con sus virtudes heroicas, fue una larga manifestación del amor de Dios al prójimo, una cadena de obras en beneficio de los más vulnerables de la sociedad de su tiempo. Médico, científico católico, fundador de varias cátedras de medicina en Venezuela, entre ellas la de bacteriología, líder en la introducción del microscopio en el vecino país, filósofo y teólogo, el doctor Hernández ha sido beatificado este viernes 30 de abril de 2021 en una sencilla pero sentida ceremonia en la capilla del Colegio La Salle – La Colina en Caracas, presidida por el nuncio apostólico de Su Santidad en Venezuela, Monseñor Aldo Giordano.
 
Desde 1949, treinta años después de su muerte, se había introducido la causa de beatificación que setenta y dos años después vino a dar resultados positivos. No solo Venezuela sino América Latina se encuentra de plácemes con esta nueva beatificación de un hombre muy querido por todos. Sin embargo, este acontecimiento plantea algunos desafíos pastorales debido a la razón ya aludida con respecto al mal uso que se ha dado a su devoción en algunos sectores.
 
1. La beatificación permite ahondar en el ejemplo de un hombre virtuoso: generalmente, quienes se aprovechan en el contexto del espiritismo y la santería de la vida y obras del beato José Gregorio Hernández, ponen el acento sobre todo en las curaciones no tanto como intercesor sino como causa eficiente de ellas. El reto de la Iglesia es aprovechar este acontecimiento para dar a conocer la vida del beato, difundir sus virtudes e incentivar una sana devoción. Recordemos que los santos han sido puestos para que sean, en primer lugar, ejemplo de vida.
 
Al respecto, resulta muy útil repasar las palabras del Santo Padre Francisco en el videomensaje del 29 de abril, un día antes de la beatificación. Sobre el nuevo beato afirma: “Hizo del Evangelio el criterio de su vida, buscó su vocación, observó los mandamientos, participó cotidianamente en la Eucaristía, dedicó tiempo a la oración y creyó en la vida eterna, como dechado de bonhomía personal y de virtudes cívicas y religiosas, de apertura, de sensibilidad ante el dolor, de modestia y humildad en su vida y ejercicio profesional, y también como un hombre amante de la sabiduría, de la investigación, de la ciencia, al servicio de la salud y de la docencia. Es un modelo de santidad comprometida con la defensa de la vida, con los desafíos de la historia y, particularmente, como paradigma de servicio al prójimo, como un buen samaritano, sin excluir a nadie. Es un hombre de servicio universal”.
 
2. Partiendo de las palabras de Francisco bien podría la Iglesia aprovechar la ocasión para presentar al nuevo beato como modelo de solidaridad en este tiempo de crisis a causa de la pandemia; en efecto, el doctor Hernández fue un gran líder en la atención de los enfermos de la gripa española de 1918, pandemia que azotó a la humanidad a principios del siglo XX. El personal de la salud encontrará en el doctor José Gregorio Hernández un modelo y un impulsor de su gestión; el mundo de la ciencia también cuenta con su intercesión y el de la justicia social. Precisamente, el Papa Francisco lo acaba de designar como copatrono del ciclo de estudios en ciencias de la paz de la Universidad Pontificia Lateranense que él mismo instituyó en el año 2018.
 
3. Muchas comunidades eclesiales seguramente solicitarán a sus obispos el patronato del beato José Gregorio Hernández para la erección de centros pastorales, parroquias, grupos apostólicos y otras iniciativas. Esta también será una ocasión para que nuestros pastores designen sacerdotes idóneos que acompañen estas iniciativas y desde el inicio se evite cualquier indicio de malas prácticas devocionales.
 
4. Como políglota, docente de histología, fisiología y bacteriología, pedagogo y escritor de literatura, el nuevo beato es una figura atractiva para evangelizar estos contextos del mundo actual; José Gregorio Hernández sintetiza en su vida fe y razón demostrando que un hombre de convicciones firmemente cristianas puede tener voz y liderazgo en diversos ámbitos de la sociedad que tienden a marginar la fe.
 
5. El nuevo beato es un modelo para las vocaciones sacerdotales adultas pues cuando tenía 44 años decidió ingresar al seminario para iniciar su formación hacia el sacerdocio; para cumplir con este sueño ingresó en 1908 a la Orden Cartuja, fundada por San Bruno, y fue recibido en la cartuja de Farnetta, al sur de Italia, pero complicaciones de salud lo alejaron de ese propósito antes de concluir su primer año; unos años más tarde, en 1913, regresó a Roma con el deseo de estudiar algunos cursos de teología y preparar su vida para una futura ordenación sacerdotal pero las mismas complicaciones que le traía su enfermedad respiratoria le impidieron continuar. A pesar de no haber llegado a la ordenación sacerdotal, sin embargo es un ejemplo de cómo los profesionales pueden descubrir el llamado al sacerdocio.
 
6. Finalmente, es un modelo de laico comprometido; a pesar de que deseó al menos en dos ocasiones ser sacerdote, sin embargo, ofreció a Dios las dificultades de salud que para ello encontró y se decidió mejor por vivir como franciscano seglar; siguiendo el ejemplo de San Francisco se decidió por la atención a los pobres y les ofrecía de manera gratuita la atención médica.
Es nuestro mayor deseo que el nuevo beato de la Iglesia ayude a América Latina con su ejemplo e intercesión para que nuestras comunidades traduzcan de una manera concreta la solidaridad y la justicia social. Con nuestra actividad pastoral decidida haremos que la vida y obra del “médico de los pobres” sea bien entendida entre los nuestros y no se desfiguren su heroísmo y virtudes. Correo del autor: rotoro30@gmail.com