DISPONE NUESTRO CORAZÓN
PARA EL NACIMIENTO DE CRISTO
MARTES 21 DE
DICIEMBRE 2021
María Santísima le creyó a Dios, en todo tiempo
y en todo lugar. “María se levantó y puso en camino de prisa hacia la
montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su
vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y, levantando la voz exclamó: «¡Bendita tú entre
las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!” (Lucas 1, 39-45). El Papa Francisco, enseña que la fe se
nutre de la caridad: María es bendecida porque creyó: el encuentro con Dios es
el fruto de la fe. Zacarías en cambio, quien dudó y no creyó, permaneció sordo
y mudo. Crecer en fe durante el largo silencio: sin fe, inevitablemente
permanecemos sordos a la voz consoladora de Dios; y seguimos sin poder
pronunciar palabras de consuelo y esperanza para nuestros hermanos. Las
personas que no tienen fe o que tienen una fe muy pequeña, cuando tienen que
acercarse a una persona que sufre, les dicen palabras de circunstancia, pero no
pueden llegar al corazón porque no tienen fuerzas.“ (Ángelus 23 de diciembre
2018). Frase para el día: la
auténtica caridad es siempre el fruto del amor de Dios. Padre,
Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué