DISPONE NUESTRO CORAZÓN
PARA EL NACIMIENTO DE CRISTO
JUEVES 23 DE
DICIEMBRE 2021
Dios cumple
las promesas que había hecho a su pueblo. “A Isabel se le cumplió el tiempo del
parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor
le había hecho una gran misericordia, y se alegraban con ella. A los ocho días
vinieron a circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre;
pero la madre intervino diciendo: « ¡No! Se va a llamar Juan». (Lucas 1,
57-66). El Papa Francisco afirma que: El corazón alaba a Dios ¿Y cómo se
alaba a Dios? Se alaba saliendo de sí mismos, gratuitamente, como es gratuita
la gracia que Él nos da. Usted que está aquí en la misa, ¿alaba a Dios, o solo
le pide a Dios y le agradece? ¿Acaso alaba a Dios? Aquello es una cosa nueva,
nueva en nuestra vida espiritual. Alabar a Dios, salir de nosotros mismos para
alabar; perder el tiempo alabando. De esta alegría viene la alabanza, esta
alabanza de María, esta alabanza que dice Sofonías, la alabanza de Simeón, de
Ana: ¡la alabanza de Dios!. (Homilía, 31 de mayo 2013). San Pablo VI decía que
no se puede llevar adelante el Evangelio con cristianos tristes. Frase para el día: El precio de la
coherencia es la crítica de los incoherentes. Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué