31 de marzo de 2021

JESUCRISTO SE ENTREGA HASTA EL LÍMITE. Jueves santo 1 de Abril 2021


Evangelio para el Jueves Santo 1 de abril 2021
. Jesucristo se entrega hasta el límite
. “Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarle los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido.” (Juan 13, 1-15).
  Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué.
 
            Jesús nos revela el amor de su Padre, y lo propone como consigna de unidad y libertad. Es un amor engalanado con una cantidad de adjetivos que lo cualifican y ennoblecen: es el amor de la entrega, es el amor del perdón, es el amor del servicio, es el amor al hermano, es el amor del sacerdote, es el amor del humilde, es el amor que dejó de ser de mi tierra y se globalizó en el universo para convertirse en ayudas humanitarias, en tratados internacionales, en unidad de pueblos, en encuentro de naciones, en derechos, en deberes.
 
            El amor de Dios no tiene límites. El Jueves Santo, marca un momento especial y determinante en la fe y en la expresión de la Iglesia Católica. Es el día de la despedida del Maestro de los maestros, es el día en que el amor llega hasta sus límites y se convierte en servicio, en humildad, en generosidad, en vida de hermanos. El Hijo de Dios propone un sistema de vida basado en el amor, en la caridad, en el perdón, en la Eucaristía.  Es la síntesis perfecta de la vida de fe en alguien que aprende la enseñanza de un jueves santo.
 
            El mandato más grande que puede proclamar una religión es el amor.  Jesucristo dice a todos lo que deseen seguirlo a él: “Este es el mandamiento mío: que se amen los unos a los otros como yo los he amado.” (Juan 15, 9-17). La humildad y el servicio es la carta de presentación de un buen católico: dice el Salvador: “Pues si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros.” (Juan 13, 14). Perdonar y no condenar es el mayor gesto de un creyente: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete" (Mateo 18,22). La Eucaristía debe ser el punto de partida y la expresión de un buen cristianismo: En verdad, en verdad os digo: si no comen la carne del Hijo del hombre, y no beben su sangre, no tendrán vida en ustedes” (Juan 6, 51-58). Cuida tu salud: Amor, servicio y caridad, reglas para un buen cristiano.