Evangelio para el domingo 23 de mayo 2021. El Espíritu Santo, Maestro de la armonía. “Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.» Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.” °°° (Juan 20, 19-23). Cristo sigue aguardando a tantos hombres y mujeres para que aprendamos a vivir y transformar desde dentro nuestra sociedad con la fuerza y la Gracia del Espíritu Santo. Ante la ausencia del Espíritu, no se comprenden las verdades divinas. Bien dice la Sagrada Escritura: Nadie puede decir, Jesús es Señor, si no es bajo la acción del Espíritu Santo. (1 Corintios 12, 3). No se interpreta correctamente la Palabra de Dios; la gran diferencia entre lo espiritual y lo carnal. Así lo enseña el libro sagrado: «El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada.» (Juan 6, 63). Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué.
La
ausencia del Espíritu equivale a estar muerto en vida, a ser torpe en muchos
asuntos; a frenar la evolución armónica de cada persona, a rechazar todo lo que
es digno y bueno; a sembrar la discordia y la violencia. La presencia del
Espíritu Santo provoca otro ambiente en el ser humano: El Espíritu es vida, el
Espíritu es amor, el Espíritu es santidad, el Espíritu es unidad de fuerzas, el
Espíritu son los esfuerzos inmensos de una voluntad que pone todo su empeño en
la búsqueda de la verdad. El Espíritu es
perdón. Los regalos que Dios da a las almas prudentes según el Espíritu son: la
sabiduría divina, el entendimiento, el consejo, la ciencia, la fortaleza, la
piedad, el temor de Dios. Podemos decir con toda seguridad, sin lugar a
equivocarnos: Mi vida comenzó a cambiar desde que conocí los dones del
Espíritu, desde que aprendí a vivir según el Espíritu. Precisamente el Espíritu Santo es el que nos
enseña todo y trae a la memoria todas las enseñanzas del Maestro de Nazareth.
(cfr. Juan 14, 26).
El
Espíritu Santo, es el maestro de la armonía. Así lo enseña el Papa Francisco. «Nacer
de lo alto» (Juan 3,7) es nacer con la fuerza del Espíritu Santo. Nosotros no
podemos tomar el Espíritu Santo para nosotros, sólo podemos dejar que nos
transforme. Y nuestra docilidad abre la puerta al Espíritu Santo: es Él quien
hace el cambio, la transformación, este renacer de lo alto. (Homilía, casa
santa Marta, 21 abril 2020). Cuida tu salud: El Espíritu Santo no permite
divisiones entre las personas. (cfr. 1 Corintios 11,18).