17 de julio de 2025

LA MISERICORDIA SE IMPONE ANTE LA INTRANSIGENCIA HUMANA Evangelio viernes 18 de julio 2025


LA MISERICORDIA SE IMPONE ANTE LA INTRANSIGENCIA HUMANA

Evangelio viernes 18 de julio 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Un sábado Jesús atravesaba un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas. Los fariseos, al verlo, le dijeron: -Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado. Les replicó: - ¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre?
 
Entró en la casa de Dios y comieron de los panes presentados, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes. ¿Y no han leído en la ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa?
 Pues les digo que aquí hay uno que es más que el templo. Si comprendieran lo que significa «quiero misericordia y no sacrificio», no condenarían a los que no tienen culpa. Porque el Hijo del Hombre es señor del sábado.” Mateo 12, 1-8
 
            La misericordia se impone ante la intransigencia de los seres humanos. El Hijo de Dios nos propone una sabia enseñanza ante la misión que él desea que cumplamos. “Quiero misericordia y no sacrificio”. (Mateo 12, 8).  La misericordia de Dios es una de las banderas en esa gran misión de salvar la humanidad. Esta misericordia la expresa a través de la contemplación de la pobreza, el hambre, la desnudez, el cansancio, el abandono. Es el arte divino de aprender más a extender la mano a los demás y menos ser juez de los demás. La Escritura nos recuerda que el Rey David se preocupó más por darle de comer a sus hombres. (cfr. 1 Samuel 21).
 
            El Papa Francisco propone: La misericordia sin las obras está muerta. Una persona puede ser misericordiosa o puede ser no misericordiosa. Es un estilo de vida, yo elijo vivir como misericordioso o elijo vivir como no misericordioso. Una cosa es hablar de misericordia, otra es vivir la misericordia. Parafraseando las palabras de Santiago apóstol (cfr.  2, 14-17)
 
podemos decir: la misericordia sin las obras está muerta en sí misma. ¡Es precisamente así! Lo que hace viva la misericordia es su constante dinamismo para ir al encuentro de los necesitados y a las necesidades de los que están en la penuria espiritual y material. La misericordia tiene ojos para ver, oídos para escuchar, manos para levantar. (cfr. Audiencia, 30 de junio, 2016).
 
La misericordia del Maestro de Nazareth no tiene fronteras: su mente, su espíritu, su corazón; está en la necesidad del ser humano, en el deseo de que todos los que conozcan su Palabra, puedan disfrutar de todos los beneficios que Dios ofrece. Para el Hijo de Dios no hay distinción entre buenos y malos, una raza u otra. (cfr. Juan 4, 1-26).
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https://youtu.be/u12jO43BPfQ