31 de octubre de 2021

EN LA SENCILLEZ DEL ESPÍRITU, ESTÁ LA BASE DE LA FELICIDAD.


Evangelio para el lunes 1 de noviembre 2021
. En la sencillez del Espíritu, está la base de la felicidad.
“El Maestro viendo la multitud, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.” °°°
  (Mateo 5, 1-12). Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué.
 
            Las bienaventuranzas son el programa perfecto para entender, para vivir y para ganar el Reino de Dios, propuesto por el Salvador del mundo en nombre de su Padre celestial. Las bienaventuranzas son el programa de vida que Jesús nos regala para aprender a convivir con los demás y lograr hacer lo que tanto nos cuesta: la voluntad de Dios.  Las Bienaventuranzas,  consisten en establecer un “mundo nuevo, un nuevo estado de cosas, una nueva manera de ser, de vivir juntos, que inaugura el Evangelio”. Así lo enseñó el santo Padre, san Pablo VI, Evangelii Nuntiandi, 23) Ese reinado de Dios es el proyecto de vida para el cristiano. Jesucristo propone la entrada al Reino de los cielos en ocho pasos: Los pobres de espíritu, los mansos, los afligidos, los hambrientos y sedientos de justicia, los misericordiosos, los limpios de corazón, los constructores da paz y los perseguidos por causa de la justicia. (cfr. Mateo 5, 3-10). 
 
            Ser santos, como Dios es santo. Ser perfectos como Dios es perfecto. Es el estupendo reto para toda aquella persona que desee llevar su vida hasta la máxima plenitud. De la misma manera, como existen multiplicidad de deseos y anhelos en las personas por tener éxitos en sus vidas. También la santidad de vida, es la propuesta del creador, para todo hombre y toda mujer, que desee reconocer sus errores y volver a empezar de nuevo el camino.  El Papa Francisco, entiende y explica la santidad de vida, como un don de Dios y como una llamada a seguir el ejemplo de los santos y las santas. Es el secreto de tantas personas en la historia de la humanidad, que han descubierto la fuerza en Dios, para levantarse una y otra vez. (Ángelus Regina Coeli, 1 noviembre 2019).
 
            La santidad de vida es el sinónimo de la perfección cristiana. La experiencia demuestra que nadie nace santo. Las personas van encontrando la perfección de sus vidas, con la fe, la entrega, la esperanza, la dedicación, el sacrificio, la conversión personal, sobre todo, con el testimonio de sus propias vidas. El Papa Francisco propone una santidad de vida, que consiste en caminar en la presencia de Dios, de modo irreprochable. El primer paso, para alcanzar la santidad consiste en la valentía, el coraje de querer hacerlo. El segundo paso, es la Esperanza, asumiendo aquella virtud que nos permite no desfallecer ante ese proyecto de vida. El tercer paso es la Gracia, no se logra ser santo por la propia condición, sino con la ayuda y la presencia de Dios en la vida de cada persona. El cuarto paso es la conversión personal. “Habrá más alegría por un solo pecador que se arrepienta que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse”. (Lucas 15, 7). (Homilía Papa Francisco 24 de mayo 2016).   Cuida tu salud: Lo que más desea Dios, es que el pecador se convierta y viva.