16 de abril 2018. El Papa Francisco alertó contra la fe
“interesada” que algunos tienen e invitó a pensar lo que Dios ha hecho en la
propia vida y devolver el amor recibido. En la homilía que pronunció en la Misa
en la Casa de Santa Marta, comentó el Evangelio del día que narra lo que sucede
después de la multiplicación de los panes y los peces: una gran multitud de
personas seguía a Jesús, pero los buscaba no solo para escucharlo sino por
“intereses”.
“Vosotros me buscáis no porque habéis visto los signos, sino
porque habéis comido de estos panes y os habéis saciado”, recordó el Papa que
dijo Jesús.
Francisco explicó que buscaban a Jesús porque su palabra
“llegaba al corazón” pero también por “una fe un poco interesada”. Jesús los
invita a buscar el alimento que no perece, porque “la Palabra de Dios es el
amor de Dios”. Francisco puso el ejemplo de San Esteban, quien “seguía a Jesús
sin analizar las consecuencias: esto me conviene, no me conviene, no era un
interesado. Amaba. Y seguía a Jesús, seguro, y así terminó. Le han tejido la
trampa de la calumnia, le han hecho entrar ahí y al final lo han lapidado, pero
dando testimonio de Jesús”.
El Papa propuso pensar qué actitud se vive: si la de san
Esteban o la de los intereses personales. “Y encontraremos muchas cosas grandes
que Jesús nos ha dado gratuitamente, porque nos ama: a cada uno de nosotros. Y
una vez que yo veo las cosas que Jesús ha hecho por mí, me hago la segunda pregunta:
¿yo qué debo hacer por Jesús? Y así, con estas dos preguntas, quizás logremos
purificarnos de toda fe interesada”. “Cuando veo todo lo que Jesús me ha dado,
la generosidad del corazón va a: ‘¡Sí Señor, doy todo! Y no me equivocaré más
en tales cosas, estos pecados’, cambiará de vida en esto”, señaló. “Es el
camino de la conversión por amor: ‘tú me has dado tanto amor, también yo te doy
este amor’”. Francisco terminó que “este es un buen test para saber cómo
seguimos a Jesús: ¿interesados o no? Refrescar la memoria: las dos preguntas.
¿Qué ha hecho Jesús por mí, en mi vida, por amor? Y viendo esto, qué debo hacer
yo, por Jesús, como respondo a este amor. Y así seremos capaces de purificar
nuestra de todo interés. Que el Señor nos ayude en este camino”. Fuente:
Aciprensa.