29
de abril 2018. Lo mataron. Autor: Padre, Mario García Isaza, formador,
seminario mayor, Ibagué, Colombia. Finalmente, el pequeñín Alfie Evans murió.
Lo asesinó el equipo médico del hospital Adler Hey, de Liverpool, por orden del
juez Hayden, masón y activista del loby LGBT. Primero, le retiraron el
mecanismo que le permitía respirar, asegurando que en minutos moriría por
asfixia; y
cuando Alfie continuó respirando por sí mismo, determinaron que
muriera de inanición; ¡lo mataron por hambre!
Hay,
en este dramático episodio, cosas realmente aterradoras. Se pisoteó la patria
potestad, y se desconoció totalmente el derecho de los padres, Tom y Kate, que
deseaban trasladar a su pequeño a otro hospital para buscar el diagnóstico que
en el Hayden no lograban, y brindarle tratamiento; llegaron hasta apostar
policías para impedirles entrar a ver a su hijito; se rechazó el ofrecimiento del hospital
Bambino Gesu, de la Santa Sede, que estaba dispuesto a recibir al niño y a
tratarlo, y cuya gerente, Mariela Enoc, con instrucciones del Santo Padre
Francisco, viajó a Liverpool para formalizar ese ofrecimiento; se pretermitió
la ayuda que ofrecía el gobierno italiano, que ponía a disposición un avión y
equipo médico para el traslado del niño, y que, incluso, para presionar el que
se permitiera dicho traslado, otorgó a Evans la ciudadanía italiana; se
desoyeron los reiterados pedidos del
Papa Francisco de que se permitiera llevar a Alfie al Bambino Gesu para
tratar de proteger su vida; conviene recordar que el Santo Padre recibió al
papá del pequeño enfermo, el 18 de abril; en la entrevista que tuvieron, el
Pontífice no sólo reiteró su ofrecimiento de ayuda, sino que declaró
tajantemente : a ningún niño se le puede quitar la vida.
¡Aterradora
realidad: el Estado decide quién debe morir! El mundo entero se pregunta,
consternado: ¿por qué razón y con qué derecho, el hospital inglés impidió que
el enfermito fuese trasladado, y decidió matarlo? No hay respuesta. Pero hay
quienes afirman que algo muy grave quiere ocultar ese hospital, que ya en ocasiones
ha sido acusado, por ejemplo, de tráfico de órganos de niños…
Una
razón más, este infanticidio, para salir a la Marcha por la vida, del 5 de
mayo. Yo me pregunto: ¿no vamos hacia casos tan horripilantes como el del niño
Evans aquí, en Colombia, con disposiciones como la que hace pocos días, por
orden de la Corte, tomó el ministro de salud, reglamentando la eutanasia (el
asesinato) de niños y adolescentes? Correo:
magarisaz@hotmail.com