13 de abril 2018. El Papa ha criticado que el mundo se
encuentra sumido en la esclavitud a pesar de gritar constantemente a favor de
la libertad y propuso 3 formas de verdadera libertad. En la homilía que
pronunció en la Misa en la Casa Santa Marta, habló de 3 tipos de libertad.
“¿Somos libres de pensar con mente fría en dar espacio a Dios en nuestra vida
como hizo Gamaliel?, ¿somos libres de seguir a Jesús con alegría también en el
sufrimiento como Pedro y Juan?,
¿somos libres de las pasiones, de las
ambiciones, de la moda?”, preguntó. “O ¿somos como el mundo, que grita
“¡libertad!” pero después sigue siendo esclavo?”, añadió.
Francisco habló del Evangelio del día sobre la
multiplicación de los panes y los peces, y aprovechó para recordar que Jesús ha
dado a todos el don de la libertad “con su obra redentora”. “El hombre libre no
tiene miedo del tiempo: deja hacer a Dios. Da espacio, para que Dios actúe en
el tiempo. El hombre libre es paciente”, dijo hablando de la figura de
Gamaliel. “También Pilato pensaba bien, con la mente fría” y se da cuenta de
que Jesús era inocente, pero “no fue capaz de resolver el problema, porque no
era libre, quería hacer carrera” y “le faltaba el coraje de la libertad porque
era esclavo del carrerismo, de la ambición, de su éxito”.
El Papa puso otro ejemplo de libertad fijándose en Pedro y
Juan, “que habían sanado al paralítico y ahora estaban en el Sanedrín”. “Se
tienen que ir fuera alegres de haber sido juzgados dignos de sufrir ultrajes en
nombre de Jesús”. “Esta es la alegría de imitar a Jesús. Es otra libertad: más
grande, más larga, más cristiana”. Los dos estaban contentos “porque habían
sufrido en nombre de Jesús”, comentó. “Eran libres en el sufrimiento para
seguir a Jesús” y así, afirmó Francisco, debe ser la actitud del cristiano:
“Señor, tú me has dado tanto, has sufrido por mí. ¿Qué puedo hacer yo por ti?
Toma, Señor, mi vida, mi mente, mi corazón, es todo tuyo”. “Esta es la libertad
de un enamorado de Jesucristo. Sellado por el Espíritu Santo, con la fe en
Jesucristo. Tú has hecho esto por mí, yo hago esto por ti. También hoy hay
muchos que están en la cárcel, cristianos, torturados, que llevan adelante esta
libertad: la de confesar a Jesús”.
El tercer ejemplo que ofreció fue el de “Jesús mismo” que
multiplica los panes y los peces, pero se ve obligado a alejarse de nuevo de la
multitud porque lo querían hacer rey. “Se alejó del triunfalismo. No se dejó
engañar por este triunfalismo. Era libre”. Como en el desierto cuando rechazó
las tentaciones, “porque era libre, y su libertad era seguir la voluntad del
Padre. Y terminar en la cruz. Es el ejemplo de libertad más grande: Jesús”,
añadió. El Pontífice invitó a pensar “en mi libertad, nuestra libertad”. “¿Soy
esclavo de mis pasiones, de mis ambiciones, de tantas cosas, de las riquezas,
de la moda?”.
“Parece una broma, pero cuánta gente es esclava de la moda.
Pensemos en nuestra libertad, en este mundo que es un poco esquizofrénico.
Grita: “¡libertad, libertad, libertad!”, pero cada vez es más esclavo, esclavo,
esclavo”. Fuente: Aciprensa.