15 de abril 2018. Ángelus Regina coeli, Papa Francisco. El
pecado no viene del cuerpo sino de la debilidad moral, afirmó el Papa Francisco
en sus palabras previas al rezo del Regina Coeli, y advirtió que cualquier
maltrato a este “don estupendo de Dios”, sobre todo de los más débiles, es un
ultraje al Padre. El Santo Padre reflexionó sobre el pasaje del Evangelio en el
que Jesús resucitado se aparece a sus discípulos, que estaban turbados porque
para ellos la realidad de la resurrección era inconcebible. “Creen ver un
fantasma, pero Jesús resucitado no es un fantasma, es un hombre con cuerpo y
alma”,
indicó. “La insistencia de Jesús sobre la realidad de su resurrección
–explicó– ilumina la perspectiva cristiana sobre el cuerpo: el cuerpo no es un
obstáculo o una prisión del alma. El cuerpo es creado por Dios y el hombre no
está completo si no es unión de cuerpo y alma”.
“Jesús, que venció a la muerte y resucitó en cuerpo y alma,
nos hace comprender que debemos tener una idea positiva de nuestro cuerpo. Este
puede convertirse en ocasión o instrumento de pecado, pero el pecado no es
provocado por el cuerpo, sino por nuestra debilidad moral”, señaló el Papa ante
los 30 miles fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
En ese sentido, afirmó que “el cuerpo es un don estupendo de
Dios, destinado, en unión con el alma, a expresar en plenitud la imagen y la
semejanza con Él. Por tanto, estamos llamados a tener un gran respeto y cuidado
de nuestro cuerpo y del ajeno”. “Toda ofensa o herida o violencia al cuerpo de
nuestro prójimo, ¡es un ultraje a Dios creador!”, advirtió el Santo Padre. “Mi
pensamiento va, en particular, hacia los niños, las mujeres, los ancianos
maltratados en el cuerpo. En la carne de estas personas encontramos el cuerpo
de Cristo”. “Burlado, calumniado, humillado, flagelado, crucificado, Jesús nos
ha enseñado el amor. Un amor que, en su Resurrección, se ha demostrado más
fuerte que el pecado y la muerte, y quiere rescatar a todos aquellos que
experimentan en su cuerpo las esclavitudes de nuestros tiempos”, afirmó.
Así, dijo que “en un mundo donde muchas veces prevalece la
prepotencia contra el más débil y el materialismo que sofoca el espíritu, el
Evangelio de hoy nos llama a ser personas capaces de mirar en profundidad,
llenas de estupor y de gran alegría por haber encontrado al Señor resucitado. Personas
que saben recoger y valorizar la novedad de la vida que Él siembra en la
historia, para orientarla hacia los cielos nuevos y la tierra nueva” El Papa
pidió que en este camino nos sostenga la Virgen María, a cuya materna
intercesión nos acercamos con confianza. Fuente: Aciprensa.