5 de abril de 2018

HAY QUE CREER EN DIOS, PARA PODER ENTENDERLO.


Evangelio para el domingo 8 de abril 2018. -«°°° ““Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Contestó Tomás. Señor mío y Dios mío”. °°° (Juan 20, 19-31).
Hombres y mujeres creyeron en el resucitado. La resurrección es el acontecimiento máximo de nuestra fe católica. Crea una serie de impactos para todos aquellos que quisieran entenderla y poder vivirla. El principio es creer; si no se cuenta con la base, todo el misterio de Cristo, de su Iglesia, de sus promesas, de la eternidad, del perdón; seguirá siendo tema de discusión. En el capítulo 15 de su primera carta a los Corintios, el apóstol de los gentiles logra un exquisito discurso sobre la resurrección de los muertos, tomando como punto de partida la resurrección de Cristo: Él murió por nuestros pecados; fue sepultado; resucitó al tercer día según la Escritura. Ahora: Si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó, si no resucitó Cristo, vacía es nuestra predicación, también nuestra fe. °°° La verdad es que Cristo resucitó: Si por un hombre viene la muerte, por un hombre viene la resurrección °°°
            El Evangelio según san Juan, hablando de la resurrección, nos propone la siguiente consigna: “seremos bienaventurados si logramos creer en Cristo Jesús resucitado”. Nos cuesta mucho aprender a caminar de la mano de Aquel que superó la muerte, superó el pecado, superó el tiempo y nos dio vida nueva manifestándose como el que está vivo, la tumba está vacía; por qué temores, por qué dudas, lo importante es que resucitó y está en medio de nosotros.  Cristo Jesús glorificado da la gran sorpresa a la humanidad, nadie esperaba verlo de nuevo, nadie esperaba poder compartir con Él, nadie esperaba que se presentara como el Señor de los vivos y el Señor de los muertos.  La resurrección impacta fuertemente en la mente, en el corazón, en la vida social, en el futuro de la historia; crea unos espacios que nos enriquecen tanto, que fortifican a tantas familias creyentes. La resurrección trae consigo los dones y las Gracias de Dios para la nueva vida del mundo: Aparece la paz como una Gracia de Dios y responsabilidad nuestra de cultivarla “Paz a vosotros”. Se inicia una misión, hombres y mujeres somos enviados a proclamar ese mensaje de reconciliación y unidad “Así como el Padre me ha enviado, así os envío yo”. El Espíritu Santo cumple la misión de darnos la sabiduría y la fortaleza para continuar la obra que Cristo dejó “Dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: recibid el Espíritu Santo”. Cuida tu salud:   La resurrección de Cristo es la verdadera esperanza, aquella que no defrauda. Padre, Jairo Yate Ramírez.  Arquidiócesis de Ibagué.