Evangelio
para el domingo 6 de octubre 2019. « °°° Un día los apóstoles le dijeron al
Señor: «Auméntanos la fe.» y él les respondió: «Si la fe que tienen fuera tan
grande como un granito de mostaza, le ordenarían a este árbol de morera que se
arranque de raíz y se plante en el mar, y les obedecería.» °°° La fe cualifica
las personas. No es lógico que alguien actúe contrario a lo que cree, a lo que
profesa y a lo que piensa. Si llega a suceder, es porque la fe está muerta en
esa persona, o su fe no alcanza a tener el tamaño de un granito de mostaza. Lo
normal es que toda persona de fe, viva como alguien justo delante de Dios y de
sus hermanos; así lo enseña la Sagrada Escritura: El justo vivirá por su fe, (Romanos
1, 17). La fe se expresa en la obras, las obras muestran también la fe. (cf.
Santiago 2, 14-17).
Señor, Auméntanos la fe. Es una exclamación tan pequeña, de una
profunda significación para el resultado que espera Dios en cada uno de
nosotros. Los seguidores del Maestro de Nazareth piden cantidad de fe. El Salvador
del mundo exige calidad. No es fácil ser creyente, frente a las crisis que van
apareciendo en la vida social y personal. Las injusticias hacen que algunos
piensen en un Dios justo. Los escándalos que produce una persona de fe,
detienen el pensamiento: ¿Quién justifica esto? El apego a las cosas de este
mundo hace tambalear la fe. El Papa Francisco afirma que la mundanidad es un
pecado Sutil. Con el corazón mundano se puede ir a la iglesia, se puede rezar,
se pueden hacer muchas cosas. No necesariamente se está alabando a Dios. Razón
tiene el Hijo de Dios al pedir a su padre celestial: que sus discípulos no
caigan en la tentación; ya que el espíritu está dispuesto, pero la carne es
débil. (cf. Mateo 26, 41).
La causa primera de la fe es
Dios. Sus efectos: hombres y mujeres que
aprenden a hacer la voluntad de Dios porque le creen a Dios. Los alcances de la
fe se prolongan en el cumplimiento fiel de la ley de Dios. No es un mérito
personal. Cumplir lo que Dios propone, es una Gracia de Dios, por el inmenso
amor de Dios: nosotros que somos sus siervos “Hemos hecho lo que debíamos
hacer”. (Lucas 17, 10). En la fe entran la inteligencia y la voluntad; los
actos de fe son actos humanos. Cuando la inteligencia no permite
la compañía de la Fe, sigue sin entender aquello que sobre pasa la razón. La fe
sin la caridad, no da frutos. Cuida tu
salud: Compórtate siempre de acuerdo a lo que crees. Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué.