20 de septiembre 2018. El Papa Francisco exhortó, durante la
Misa celebrada este jueves 20 de septiembre en la Casa Santa Marta, a no
condenar a los demás, a ejercer la misericordia y a no juzgar ni condenar. El
Santo Padre advirtió contra los hipócritas que se creen perfectos y se
escandalizan de que la Iglesia reciba a pecadores y aseguró que el diablo se
sirve de los hipócritas para atacar a la Iglesia y a la sociedad.
En su homilía Francisco reflexionó sobre el episodio del
Evangelio de San Lucas en el que el Señor acepta la invitación de un fariseo a
comer con él.
Al enterarse de que Jesús estaba en la ciudad, una mujer pecadora
pública quiso conocerle, y entrando en la estancia en la que estaba cenando
derramó un bote de perfume sobre sus pies y empezó a lavárselos y a besarlos
mientras lloraba.
El fariseo se escandalizó al ver que Jesús no rechazaba a la
mujer. Sin embargo, el Señor contestó perdonando los pecados de la mujer
“porque ha mostrado mucho amor. A quien poco se le perdona, poco amor muestra”,
enseñó. El Papa destacó cómo la mujer se hacía ver “con amor, con mucho amor
hacia Jesús”, sin esconder que “era una pecadora”. “A esta se le ha perdonado
mucho porque ha mostrado mucho amor”, repitió el Pontífice. “Jesús mira los
pequeños gestos de amor, los pequeños gestos de buena voluntad y los pone
delante del todo. Esta es la misericordia de Jesús: siempre perdona, siempre
recibe”. Ante el perdón del Señor a la mujer pecadora, los doctores de la Ley
se escandalizan: “tienen una actitud que sólo muestran los hipócritas: el
escándalo”.
En este sentido, el Santo Padre rechazó las hipocresías
actuales que llevan a decir: “¡Mira, qué escándalo! ¡No se puede vivir así!
Hemos perdido los valores. Ahora cualquiera tiene derecho a entrar en la
Iglesia, hasta los divorciados, todos. Pero, ¿adónde hemos ido a parar”. “Es el
escándalo de los hipócritas”, advirtió, es la “hipocresía de los ‘justos’, de
los ‘puros’, de aquellos que se creen salvados por sus propios méritos”. Jesús
pone de relieve cómo estas personas se muestran “bellas” por fuera pero, por dentro,
son todo “podredumbre”. “La Iglesia, a lo largo de su caminar en la historia,
ha sido perseguida por los hipócritas. Hipócritas de dentro y de fuera. El
diablo no tiene nada que hacer con los pecadores arrepentidos, porque miran a
Dios y dicen: ‘Señor, soy pecador. Ayúdame’”.
Por el contrario, “el diablo se muestra fuerte con los
hipócritas. Los usa para destruir a la gente, a la sociedad, a la Iglesia. El
caballo de batalla del diablo es la hipocresía, porque el diablo es un
mentiroso: se hace ver como un príncipe poderoso, bellísimo, pero por detrás es
un asesino”. El Papa Francisco, por lo tanto, exhortó a no olvidar que Jesús
perdona, recibe y emplea la misericordia, “una palabra tantas veces olvidada
cuando hablamos de los demás”.
Por ello, concluyó invitando a ejercer la misericordia “y,
como Jesús, no condenar a los demás”. Lectura comentada por el Papa Francisco: Lucas
7:36-50 Fuente: Aciprensa. Redacción.