10 de septiembre 2018. El Papa Francisco advirtió en la
homilía en la Misa que presidió en Santa Marta de la hipocresía de vivir un
cristianismo mundano y de no anunciar el Evangelio como se debe, por lo que
invitó a no “aguar el anuncio del Evangelio”. “La novedad del Evangelio, la
novedad de Cristo no es solo que transforma nuestra alma, es transformarnos a
todos nosotros: alma, espíritu y cuerpo, todos, todo, es decir, transformar el
vino, la levadura, en odres nuevos”. “La novedad del Evangelio es absoluta, es
total; es para todos, porque nos transforma desde dentro hacia fuera: el
espíritu, el cuerpo y la vida diaria”, añadió.
El Papa explicó que “mucha gente busca vivir el cristianismo
‘de las novedades’. Pero hoy no se puede hacer así, no se puede vivir así. Y
cuánta gente que vive de las novedades que vienen propuestas por el mundo es
mundana, no acepta toda la novedad. Hay una diferencia entre ‘la novedad’ de
Jesucristo y ‘las novedades’ que el mundo nos propone para vivir”. “Alguno
podría decir: ‘Pero padre, somos débiles, somos pecadores…’. Esto es otra cosa.
Si tú aceptas ser pecador y débil, Él te perdona, porque parte de la novedad
del Evangelio es confesar que Jesucristo ha venido para el perdón de los
pecados. Pero si tú dices que eres cristiano convives con estas novedades mundanas….
No, esto es hipocresía”. Esta es la diferencia. "Y Jesús nos había dicho
en el Evangelio: ‘estad atentos cuando os digan: ‘el Cristo está allí, y allí,
y allá’. Cristo es solo uno, y Cristo es claro en su mensaje".