10
de septiembre 2018. Monseñor. Fabián Marulanda López – Obispo Emérito de
Florencia. Leemos en el Evangelio de san
Juan que “Jesús sabía desde el principio quienes no creían y quién lo iba a
entregar” (Mt.6,64). Muchos se extrañaban de sus milagros y de su sabiduría,
pero se negaban a creer que de Nazaret pudiera salir algo bueno.
Esta
historia parece repetirse hoy con el sucesor de Pedro en la Sede de Roma. El
Papa Francisco se encontró desde el principio con una Curia “signada por la
inercia, los escándalos, la corrupción y los más oscuros intereses”.
El
cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, dijo
al regresar de un viaje a Francia: también dentro de la Iglesia Católica existe
confusión sobre cuestiones doctrinales, morales y disciplinarias fundamentales.
Con
el mismo título de esta nota, los medios de comunicación han hecho eco a los
informes sobre abusos y violación de menores por parte de sacerdotes y Prelados
de Chile, Estados Unidos e Irlanda. Y aunque el Papa Francisco ha sido
categórico en condenar dichos escándalos, en exigir tolerancia cero y en pedir
perdón a las víctimas en nombre de la Iglesia, no han faltado las voces de
quienes pretenden hacer recaer sobre el Papa la culpa de que estos hechos sucedan.
Después
de haber vivido los días inolvidables de la Visita del Papa Francisco a
Colombia, de recordar la emoción y el entusiasmo de la gente y de volver a leer
sus mensajes en un lenguaje familiar y sencillo, duele pensar que no haya
sucedido lo mismo en sus visitas a Chile e Irlanda, donde la denuncia de abusos
y escándalos sexuales por parte de clérigos y obispos, ha producido una pérdida
de credibilidad y de entusiasmo en la
feligresía católica. Al fin y al cabo, los abusos sexuales de los sacerdotes,
hacen daño a la totalidad de la Iglesia
Y
duele pensar, por supuesto, que el Papa Francisco tenga que cargar, como Jesús,
la cruz de los pecados cometidos por miembros de la Iglesia que, si bien es una
Iglesia santa, está integrada por hombre pecadores. Fuente: Conferencia
Episcopal de Colombia.