9 de septiembre 2018. Durante el rezo del Ángelus este
domingo 9 de septiembre en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa
Francisco relató la milagrosa curación de Jesús a un sordomudo, y explicó que
el católico debe imitar a su maestro haciendo el bien en silencio y sin ostentación.
“En esta ocasión, como en otros, Jesús siempre actúa con discreción. No quiere
impresionar a la gente, no está en la búsqueda de popularidad o éxito, sino que
sólo quiere hacer el bien a las personas. Con esta actitud, Él nos enseña que
el bien debe hacerse sin clamores y sin ostentación, sin hacer sonar la
trompeta. Debe hacerse en silencio”, dijo el Papa reflexionando sobre el
Evangelio de Mc 7,31-37. El Santo Padre explicó que la sanación milagrosa del
hombre sordomudo fue para éste una “apertura” a los demás y al mundo, así como
una “doble curación”.
“Es precisamente el corazón, es decir, el núcleo profundo de
la persona, lo que Jesús vino a ‘abrir’, a liberar, a hacernos capaces de vivir
plenamente nuestra relación con Dios y con los demás. Él se hizo hombre para
que el hombre, sordomudo interiormente por el pecado, pueda escuchar la voz de
Dios, la voz del Amor que habla a su corazón, y así aprenda a hablar, a su vez,
el lenguaje del amor, traduciéndolo en gestos de generosidad y entrega”,
concluyó. Fuente: Aciprensa. Redacción.