Evangelio
para el domingo 26 de julio 2020. °°° « Aquel día dijo Jesús a sus discípulos:
-«El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo
encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que
tiene y compra el campo. El reino de los cielos se parece también a un
comerciante en perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender
todo lo que tiene y la compra. °°° (Mateo
13, 44-52).
Supremamente
importante, es saber descubrir la
esencia de las cosas, el valor supremo de los mensajes divinos, la calidad de las ideas. Padre, Jairo Yate
Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué. Únicamente se pueden tomar decisiones cuando
se ha aprendido en la vida a caminar de la mano de Dios.
Dios sabe
perfectamente, por qué le ofrece al ser humano la mayor felicidad de su vida:
localizar un tesoro. Saber dónde está el
punto de la felicidad de un ser humano. No se equivocó salomón en pedirle a
Dios, lo sustancial para su vida: “Un corazón sensato para gobernar; para discernir entre el bien y el mal” (1
Reyes 3, 9).
La felicidad es el punto de
referencia y llegada de un ser humano. Toda persona que ama verdaderamente a
Dios, tiene una manera muy sabia de pensar y de ser: Todo le sirve para el
bien. (cf. Romanos 8,28). Aristóteles, el gran filósofo griego, padre de la
filosofía occidental, enseñaba en la ética a Nicómaco, que la felicidad es el
único fin último del ser humano, el fin autárquico, que se basta por sí mismo.
Así pues, se logra la felicidad según la razón y la sabiduría. Dios plantea la felicidad, en la sabiduría y
el discernimiento. (cf. 1 Reyes 3, 12). El
reino que ofrece el hijo de Dios, es el valor más grande. El reino de los
cielos es también un seguro de vida y contra la muerte, pero un seguro real,
que sirve no sólo a quien se queda, sino también a quien se va, a quien muere.
«Quien cree en mí, aunque muera, vivirá» (Juan 11, 25).
El Reino de Dios no es
exclusivamente sanaciones, milagros, resurrección de muertos, lucha contra el
mal, dimensión novedosa de la vida; sino que también es gratuidad. Es como
estar dispuesto a perderlo todo, a dejarlo todo, con tal de ganar la felicidad
celestial. El Papa Francisco en su Ángelus Regina Coeli (27 de julio 2014),
afirmaba que: Encontrar a Cristo en la vida es encontrar un gran tesoro: “quien
conoce a Jesús, quien lo encuentra personalmente, queda fascinado, atraído por
tanta bondad, tanta verdad, tanta belleza.” Cuida tu salud: La felicidad está en las
decisiones sabias de tu propia vida.