Evangelio
para el domingo 2 de agosto 2020. °°° « Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le
dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los
discípulos a decirle: -«Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la
multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer. ~> Jesús les
replicó: -«No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer.» °°° (Mateo 14,
13-21). Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué.
En
los textos bíblicos se puede contemplar los gestos de amor y misericordia de
Dios; para con las personas, los grupos, los pueblos, las comunidades.
Dios
está al frente de todo y sabe lo que nos está sucediendo: Él se preocupa, Él
interviene, Él toma decisiones, Él propone, Él invita, Él propicia momentos
para que aprendamos a contemplar las necesidades de los demás. Él toma la
iniciativa para enseñarle a sus apóstoles a compartir el Pan: signo de la
caridad y la misericordia. Dice el Maestro: “-«No hace falta que vayan, dadles
vosotros de comer.» (Mateo 14, 16).
El
punto es descubrir ese misterioso acto divino, que logra la resonancia en la
Eucaristía. Dios se da cuenta de la necesidad de comer el alimento de la vida
eterna, el pan de vida. Dios da los elementos básicos, no lo entrega Él
directamente, porque su Reino y su Eucaristía tienen su razón de ser, en
propiciar un mundo mejor. Los que crean en Él, tendrán que aprender a vivir de
acuerdo a esas directrices: Un Reino, donde brilla la justicia y la hermandad.
Una Eucaristía, que sea el compendio y la suma de nuestra fe. Una Eucaristía,
que confirme nuestra manera de pensar y nuestra manera de ser, como lo afirmaba
san Ireneo, obispo de Lyon, considerado el campeón de la lucha contra las
herejías. (cf. Catecismo Iglesia Católica, 1327).
Jesucristo es el Pan de vida eterna:
El Pan, no es exclusivo de ser un alimento que sacia el hambre material de
hombres y mujeres; es el alimento básico que define la fe y la espiritualidad
de cada persona. Es el pan de la
Palabra, es el Pan de la Eucaristía, es el Pan que se ofrece, es el Pan que se
dona, es el Pan que purifica, es el Pan que nutre, es el Pan que quita el pecado
del mundo.
El que no come, el que no acepta, el
que no escucha la Palabra del Señor, no va a entender en qué consiste la vida
eterna. El Papa Francisco, considera que Jesucristo convierte a cada persona en
servidor de la misericordia. (cf. Audiencia 16 de agosto 2016). “Denles ustedes
de comer”. Así es Jesucristo y esa es su manera de ser: Compasivo y
misericordioso. Cuida tu salud: La Eucaristía debe ser nuestra dieta integral,
como creyentes.