4 de diciembre 2018. El Papa Francisco invitó a los
cristianos a dedicar el tiempo de Adviento para pacificar la propia alma, los
conflictos de familia y contribuir a la paz en el mundo con pequeños gestos en
los entornos más cercanos a cada uno. En su homilía de la Misa en Casa Santa
Marta este martes explicó que el Adviento “es un tiempo para prepararse para la
venida del Príncipe de la Paz. Es un tiempo para pacificarse, en primer lugar,
con nosotros mismos, para pacificar el alma”. Señaló que es algo necesario,
porque “muchas veces no estamos en paz, estamos en ansiedad, en agonía, sin
esperanza”. Por ello, animó a reflexionar sobre la pregunta implícita en la
venida del Señor: “¿Cómo está hoy tu alma? ¿Está en paz?”.
Y si la respuesta es
negativa, invitó a pedir al Señor que la pacifique para prepararse para el
encuentro con Él.
En segundo lugar, una vez pacificada el alma, hay que
“pacificar la casa, la familia. Hay mucha tristeza en las familias, muchas
luchas, muchas pequeñas guerras, muchas desuniones”, lamentó Francisco. Por
último, pacificar el mundo, donde “hay más guerra que paz. Hay muchas guerras, mucha desunión, mucho odio, mucha explotación. No
hay paz”.
En su argumentación, el Santo Padre señaló que no es necesario
irse a países lejanos para contribuir a la paz en el mundo. Basta con pequeños
gestos del día a día en el entorno más cercano. “¿Qué es lo que hago yo para
ayudar a la paz en el mundo?: ‘Pero es que el mundo queda muy lejos, padre’. De
acuerdo, pero entonces, ¿qué hago yo para contribuir a la paz en el barrio, en
la escuela, en mi lugar de trabajo?”. Por el contrario: “¿Utilizo siempre
cualquier excusa para entrar en guerra, para odiar, para hablar mal de los
demás? ¡Eso es hacer la guerra!”.
El Papa rechazó esa actitud: “¿Soy cordial? ¿Trato de
construir puentes? ¿Rechazo condenar? Preguntémoselo también a los niños: ¿Qué
haces en la escuela? Cuando un compañero, o una compañera que no te gusta, es
un poco odioso o es un débil, ¿le haces bullying o la paz con él? ¿Tratas de
crear puentes? ¿Le perdonas todo?”. En definitiva, el mensaje que trató de
transmitir el Pontífice fue que “es
necesario ser artesanos de paz. Nos lo pide este tiempo de Adviento, de
preparación para la venida del Señor que es el Príncipe de la Paz”. Contribuir
a la paz es cumplir con el mandato del cristiano de imitar a Cristo, señaló el
Papa: “Hacer la paz es imitar a Dios, que cuando ha querido hacer la paz con
nosotros y nos ha perdonado, envió a su Hijo a hacer la paz, a ser el Príncipe
de la Paz”. “Alguno podría decir: ‘Pero padre, yo no he estudiado cómo se hace
la paz, no soy una persona culta, no sé, soy joven, no sé…’. Jesús, en el
Evangelio, nos dice cuál debe ser la actitud: ‘Te bendigo, Padre, Señor del
cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes,
y se las has revelado a pequeños’”.
Según Francisco, lo que el Señor quiso decir es que, si “tú
no has estudiado y no eres sabio, hazte pequeño, hazte humilde, hazte servidor
de los demás. Hazte pequeño y el Señor te dará la capacidad de comprender cómo
se hace la paz y te dará la fuerza para hacerla”. El Papa finalizó su homilía
pidiendo al Señor “que prepare nuestro corazón para la Navidad del Príncipe de
la Paz”. Evangelio comentado por el Papa Francisco: Lucas 10, 21-24 Fuente:
Aciprensa. Redacción.