6 de diciembre de 2018

¿SOY CRISTIANO DEL DECIR O DEL HACER?.


6 de diciembre 2018. En la homilía que pronunció esta mañana en la Misa en la Casa Santa Marta en el Vaticano, el Papa Francisco alentó a los fieles a preguntarse si construyen su vida sobre la roca de Dios o sobre la arena de la mundanidad, el orgullo y la vanidad. El Santo Padre planteó tres preguntas que un católico puede hacerse en este tiempo de Adviento: “¿Soy un cristiano del decir o del hacer?”, “¿Construyo mi vida sobre la roca de Dios o sobre la arena de la mundanidad y la vanidad?”
y “¿Soy humilde, busco andar siempre abajo, sin orgullo y así servir al Señor?”.

Meditando en el Evangelio de Mateo en la que Jesús habla del hombre que construyó su casa sobre la roca, el Pontífice resaltó que la piedra representa al Señor, mientras que la arena “no es sólida” y lleva a una vida construida “sin fundamentos”. “Es Él la fuerza. Pero muchas veces quien confía en el Señor no aparece, no tiene éxito, está escondido, pero está en equilibrio. No tiene su esperanza en el decir, en la vanidad, en el orgullo, en los poderes efímeros de la vida. El Señor es la roca”, dijo el Papa, según señala Vatican News. “La concreción de la vida cristiana nos hace ir adelante y construir sobre esa roca que es Dios, que es Jesús, sobre lo sólido de la divinidad y no sobre las apariencias o sobre la vanidad, el orgullo, las recomendaciones, no. La verdad”.

Francisco también cuestionó a los cristianos que viven su vida confiados en el “decir” antes que en el “hacer”. “El decir es un modo de creer, pero muy superficial, a mitad de camino: yo digo que soy cristiano pero no hago las cosas del cristiano. Es un poco –por decirlo simplemente– maquillarse como cristiano: decir las cosas solamente es un truco, decir sin hacer”, aseguró. “La propuesta de Jesús es concreción, siempre concreto. Cuando alguno se acercaba y pedía consejo, siempre cosas concretas. Las obras de misericordia son concretas”, precisó el Pontífice. La tercera comparación que propuso el Santo Padre fue la de alto y bajo, que podría entenderse mejor como los orgullosos y vanidosos en contraposición con los humildes. El Señor, explicó Francisco, “ha derribado a los que viven en lo alto, ha derrocado la ciudad exaltada, la derrocó hasta la tierra, la arrasó hasta el suelo. Los pies la pisotean: son los pies de los oprimidos, los pasos de los pobres”.

“Este pasaje del profeta Isaías nos recuerda el canto de la Virgen, del Magnificat: el Señor levanta a los humildes, a quienes están en lo concreto de cada día, y abate a los soberbios, a los que han construido su vida sobre la vanidad, el orgullo, estos no duran”, destacó. Evangelio y lectura meditados por el Papa Francisco. Mateo 7:21, 24-27. Fuente: Aciprensa. Walter Sánchez Silva.