28 de marzo 2019. Durante la Misa celebrada este jueves en
la Casa Santa Marta, el Papa Francisco animó en esta Cuaresma a volver a Dios
“con todo el corazón”. En su homilía, el Santo Padre realizó un fuerte llamado
a la conversión al “escuchar la voz del Señor para no terminar con un corazón duro”.
El Pontífice advirtió que quien no escucha la voz del Señor
por días, meses, años, se convierte como “la tierra sin agua” y se “endurece”.
En esta línea, recordó el pasaje del Evangelio del día en el cual Jesús dice
que “el que no está conmigo, está contra mí” y propuso interrogarnos cómo es
nuestra fidelidad al Señor:
“Esta es la pregunta que hoy la Iglesia quiere que hagamos:
¿Perdí mi fidelidad al Señor? No, no, voy a Misa cada domingo -y añadió- Sí,
si, pero esa fidelidad del corazón: yo he perdido esa fidelidad, o mi corazón
es duro, es obstinado, es sordo, no deja entrar”, preguntó.
De este modo, el Santo Padre destacó que debemos
preguntarnos si escuchamos “la voz del Señor hoy” porque “la Cuaresma es para
esto, para volver a sembrar nuestro corazón” por lo que el Papa reiteró su
invitación a no endurecer el corazón porque “cuando uno vive con el corazón duro,
que no escucha al Señor, va más allá de no escucharlo y cuando hay algo del
Señor que gusta, se deja al Señor con alguna excusa”. Luego, el Papa se detuvo
en el Evangelio de San Lucas para alertar sobre el riesgo de primero no
escuchar al Señor y después de tener el corazón duro caer en “el último paso
del cual ya no hay regreso, que es la blasfemia en contra del Espíritu Santo”.
“Jesús termina con otra frase que puede ayudarnos: ‘El que
no está conmigo, está en contra mí’, dice el Papa, por lo que invitó a evaluar:
“¿Cómo va mi fidelidad? o ¿Busco algún pretexto?” pero animó a no perder la
esperanza. Por ello, el Papa exhortó a regresar a Dios “con todo el corazón”
porque el Señor es “misericordioso y compasivo” a pesar de que el corazón esté
“duro como piedra” o incluso si en varias ocasiones lo has “desacreditado por
no obedecer” el Santo Padre aseguró que “todavía
hay tiempo”. "Vuelvan a mí con todo el corazón", dice el Señor,
"porque soy misericordioso y compasivo: lo olvidaré todo". Me importa
que vengas a mí. Esto es lo que importa, dice el Señor. Y olvídate de todo lo
demás. Este es el momento de la misericordia, es el momento de la piedad del
Señor: abramos nuestros corazones para que Él entre en nosotros”, concluyó. Evangelio
comentado por el Papa Francisco: Lucas 11,14-23 Fuente: Aciprensa. Mercedes de la Torre.