18 de junio 2018. El Papa Francisco denunció el control
hegemónico de los medios de comunicación por parte “gobiernos sin escrúpulos”
para calumniar y destruir a los rivales: “así avanzan las dictaduras”, aseguró.
Una vez que los medios de comunicación han sido neutralizados, “se comienza a
juzgar a las instituciones que han sido debilitadas, se destruye a las
personas, se las condena, y así avanza la dictadura. Las dictaduras, todas, han
comenzado así, adulterando la comunicación, poniendo la información en manos de
una persona sin escrúpulos, de un gobierno sin escrúpulos”.
Para explicar la maldad existente en la calumnia y cómo los
poderes se sirven de ella para lograr sus objetivos, el Santo Padre explicó la
Primera Lectura del día, un fragmento del Libro Primero de los Reyes en el que
se narra cómo la mujer de Ajab, rey de Israel, se valió de la calumnia para
matar a Nabot y robarle su terreno, que ambicionaba el rey. “El rey Acab
deseaba la viña de Nabot y le ofrece dinero. Pero aquel terreno formaba parte
de la herencia de sus padres, por lo que Nabot rechaza la oferta. Entonces
Acab, que era un caprichoso, hace como los niños cuando no consiguen lo que
quieren: llora. Después, siguiendo el consejo de su mujer, la cruel Jezabel, lo
hace acusar falsamente, lo mata y toma posesión de su viña”, resumió Francisco.
“Nabot, por lo tanto, es un mártir de la fidelidad a la herencia que recibió de
sus padres, una herencia que iba más allá de la viña, una herencia del
corazón”, explicó.
En este sentido, explicó que el martirio de Nabot es un
antecedente del sacrificio de Jesús en la Cruz, o del martirio de San Esteban y
de todos los mártires condenados con falsas acusaciones y calumnias. La
calumnia de Acab hacia Nabot es, según el parecer del Papa, paradigmática del
modo de proceder de mucha gente, “de muchos Jefes de Estado y de gobierno. Se
comienza con una mentira y, tras haber destruida ya sea a una persona, o a una
institución, se le juzga y condena”.
“Hay muchas personas, muchos países destruidos por
dictaduras malvadas y calumniadoras. Pensemos, por ejemplo, en las dictaduras
del pasado siglo. Pensemos en las persecuciones contra los hebreos, por
ejemplo. Una comunicación calumniosa contra los hebreos que los llevó a
Auschwitz porque no merecían vivir. Es un horror, pero un horror que continúa
sucediendo hoy: en las pequeñas sociedades, en las personas de muchos países.
El primer paso es apropiarse de la comunicación y, luego, la destrucción, el
juicio y la muerte”, concluyó. Lectura comentada por el Papa Francisco: I Reyes
21:1-16 Fuente: Aciprensa. Redacción.