8 de junio 2018. Durante la Misa celebrada en la Casa Santa
Marta este viernes 8 de junio, Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, el Papa
Francisco destacó en su homilía que “se podría decir que hoy es la fiesta del
amor de Dios”, un amor que es como “un mar sin fondo”. El Santo Padre destacó
que antes de que ningún hombre pudiera haber amado a Dios, “fue Él quien nos
amó en primer lugar. Él es el primero en amar”. “Dios es así: siempre es el
primero en actuar.
Es el primero en esperarnos, el primero en amarnos, el primero
en ayudarnos”. Este amor de Dios encierra un gran misterio: “Es un amor que no
se puede comprender. Un amor que supera toda conciencia. Lo supera todo. Así de
grande es el amor de Dios. Un poeta decía que era como ‘el mar sin orillas, sin
fondo…’, un mar sin límites. Esto es el amor que debemos entender, el amor que
recibimos”.
En la homilía, el Pontífice puso de relieve la forma en que
Dios se fue revelando a la humanidad a lo largo de la historia, avanzando paso
a paso para dar a entender la grandeza de su amor: “Ha sido un gran pedagogo”,
dijo el Papa, que también destacó que ese amor lo reveló en las pequeñas cosas.
“¿De qué forma manifiesta Dios su amor? ¿Con las cosas grandes? No: mediante
las pequeñeces, con gestos de ternura, de bondad. Se hace pequeño. Se acerca.
Con esa cercanía, con ese empequeñecerse, Él nos hace entender la grandeza del
amor. El grande se hace entender por medio del pequeño”.
Ese amor mostrado en lo pequeño se materializa en
Jesucristo. “Cuando Jesús quiere enseñarnos cómo debe ser el comportamiento
cristiano, nos dice pocas cosas. Nos hace ver aquel famoso protocolo según el
cual todos seremos juzgados. ¿Y qué dice? No dice: ‘Creo que Dios es así. He
entendido el amor de Dios’. No, no…, el amor de Dios se muestra en lo pequeño.
He dado de comer al hambriento, he dado de beber al sediento, he visitado al
enfermo, al encarcelado”. “Las obras de misericordia son el camino de amor que
nos enseña Jesús en continuidad con el amor de Dios”. Las obras de misericordia
“son la continuidad del amor de Dios que se empequeñece, llega a nosotros y
nosotros lo llevamos adelante”, finalizó el Santo Padre. Fuente: Aciprensa.