4 de junio 2018. El Papa Francisco pidió impulsar el diálogo
ecuménico entre católicos y luteranos reflexionando con precisión en temas
teológicos sobre la Iglesia, la Eucaristía y el ministerio eclesial. En una
audiencia que concedió este lunes 4 de junio en el Vaticano a una delegación de
la Iglesia Evangélica Luterana Alemana, el Santo Padre pidió que católicos y
luteranos se apoyen “unos a otros en el camino, también llevando adelante el
diálogo teológico”.
El Pontífice, que destacó “el empeño ecuménico” de la
delegación, recordó “con alegría” su visita a Lund, Suecia, el 31 de octubre de
2016 con motivo de la Conmemoración común de la Reforma protestante. Aquel
encuentro entre el Papa y las iglesias luteranas se caracterizó, según el Santo
Padre, por un “espíritu de comunión fraterna”. En este sentido, reflexionó
sobre las relaciones entre católicos y luteranos 500 años después del cisma
entre ambas comunidades. “Gracias a Dios, hemos podido constatar que quinientos
años de historia, en ocasiones muy dolorosa, que nos han visto enfrentados y a
menudo en conflicto, han dejado espacio, en los últimos cincuenta años, a una
comunión creciente”.
Para Francisco, no hay duda de que tras este acercamiento se
encuentra el Espíritu Santo: “Gracias a la obra del Espíritu, a los encuentros
fraternos, a gestos importantes, a la lógica del Evangelio más que a las
estrategias humanas, así como por medio del diálogo oficial luterano-católico,
ha sido posible superar viejos prejuicios entre ambas partes”. Asimismo,
subrayó que el encuentro de Lund marcó un punto de inflexión en las relaciones
ecuménicas. “La conmemoración común de la Reforma nos ha confirmado que el
ecumenismo continuará a marcar nuestro camino”. Destacó que ese diálogo “es
cada vez más una necesidad y un deseo, como muestras las numerosas oraciones en
común y tantos encuentros ecuménicos que se han producido el año pasado en todo
el mundo”.
“No nos olvidemos de comenzar por la oración, porque el
camino a seguir no lo marcan los planes humanos, sino el Espíritu Santo. Sólo
Él abre el camino e ilumina los pasos que se deben dar”. El Obispo de Roma
afirmó que “como cristianos, católicos y luteranos, estamos llamados, por
encima de todo, a amarnos intensamente, de corazón, los unos a los otros”. “El
Espíritu de amor no puede más que empujarnos hacia los senderos de la caridad”.
Asimismo, “estamos llamados a aliviar juntos las miserias de los necesitados y
de los perseguidos. Los sufrimientos de tantos hermanos oprimidos por su fe en
Jesús son también una invitación presente a alcanzar una unidad entre nosotros
que cada vez sea más concreta y visible”, concluyó. Fuente: Aciprensa.