22
de junio 2018. Conferencia de prensa del Papa Francisco durante el vuelo que lo
llevó a Roma, luego de realizar una visita a Ginebra (Suiza), en el marco del
70° aniversario del Consejo Ecuménico de las Iglesias (WCC). Director de la
Sala de Prensa de la Santa Sede, Greg Burke:
Gracias
Santidad, esperamos un segundo, estamos…¡Perfecto!
Caminar,
rezar, trabajar juntos.
Hemos caminado, hemos rezado. Ahora nos toca trabajar
un poco, también comer después, pero se ve que caminar juntos trae frutos. Hoy
la acogida hemos visto, después de tantos años de diálogo que hay respeto
mutuo, y hay algo más, también hay amistad, pero hay todavía tanto trabajo por
hacer, tantos retos y esto nos interesa normalmente, los retos...pero, a
ustedes periodistas...pero si usted quiere decir algo primero.
Papa
Francisco:
Gracias
por su trabajo, ha sido una jornada un poco pesada, al menos para mí. Pero
estoy contento porque las diversas cosas que hemos hecho, sea la oración al
inicio, luego el diálogo durante el almuerzo, ha estado bellísimo. Luego el
encuentro académico y después la Misa. Son cosas que me han hecho feliz.
Cansan, pero son cosas buenas. Gracias.
Greg
Burke:
Bien.
Comenzamos con los suizos. Arnaud Bedat de la revista L’Illustré
Arnaud
Bedat:
Santo
Padre, estuvo en Ginebra, pero también en Suiza, ¿qué imágenes, qué momentos
fuertes le han marcado durante esta jornada?
Papa
Francisco:
Creo
que hay una palabra común: encuentro. Fue una jornada de encuentros, variedad,
y la palabra precisa de la jornada es “encuentro”. Cuando una persona encuentra
a otra y siente placer del encuentro, esto toca el corazón, siempre son
encuentros positivos, también bellos, comenzando con el diálogo con el
presidente al inicio, que ha sido no un diálogo de cortesía, normal, un diálogo
profundo, sobre temas mundiales profundos y con una inteligencia que me he quedado
sorprendido. Después, el encuentro que todos han visto y aquel que todos no han
visto, es el encuentro durante el almuerzo que ha estado muy profundo en el
modo de tocar tantos temas. Quizá el tema en el cual hemos permanecido más
tiempo ha sido el de los jóvenes, porque todas las confesiones están
preocupadas en el buen sentido por los jóvenes, y el pre sínodo que se ha
realizado en Roma desde el 19 de marzo, ha llamado bastante la atención porque
eran jóvenes de todas las confesiones e incluso agnósticos de todos los países.
Piensen 315 jóvenes ahí y otros 15 mil conectados que entraban y salían. Esto
quizá ha marcado un interés especial. Pero la palabra que me da la totalidad
del viaje, ha sido un viaje de “encuentro”…
Ninguna
descortesía, ninguna cosa puramente formal. Encuentro humano. Entre
protestantes, católicos y todos.
Greg
Burke:
Gracias
santidad, ahora el grupo alemán. Está Roland Juchem de la agencia católica
alemana CIC.
Roland
Juchem:
Gracias
Santo Padre. Usted habla con frecuencia de pasos concretos para hacer el
ecumenismo. Hoy por ejemplo lo ha nuevamente referido diciendo: “veamos lo que
es posible hacer concretamente, más que desalentarnos por lo que no es”. Los
obispos alemanes últimamente han decidido dar un paso, entonces nos preguntamos
si acaso el arzobispo Ladaria haya escrito una carta que suena como un freno de
emergencia. Después del encuentro del 3 de mayo, que fue en Roma, se afirmó que
los obispos alemanes deberían haber encontrado una solución posiblemente
unánime. ¿Cuáles serán los próximos pasos?, ¿será necesario una intervención de
parte del Vaticano para clarificar?, o ¿los obispos alemanes deberán encontrar
un acuerdo?
Papa
Francisco:
Esto
no es una novedad, porque en el Código de Derecho Canónico está previsto
aquello que los obispos alemanes hablaban: la comunión en casos especiales. Y
ellos miraban el problema de los matrimonios mixtos, si es posible o no es
posible. El Código dice que el obispo de la Iglesia particular, esa palabra
importante, particular, es decir de una diócesis, debe conducir eso en sus
manos. Esto era en el Código.
Los
obispos alemanes, porque habían visto que no era claro y que algunos sacerdotes
hacían cosas no de acuerdo con el obispo, han querido estudiar este tema y han
hecho este estudio que, yo no quiero exagerar, pero ha sido un estudio de más
de un año, bien hecho, bien hecho. Y el estudio es restrictivo.
Aquello
que los obispos querían es decir claramente aquello que hay en el Código, y
también yo que lo he leído digo, pero este es un documento restrictivo. No era
abrir a todos. No, una cosa bien pensada con espíritu eclesial. Y han querido
hacerlo para la Iglesia local, no la particular, no lo han querido. Y la cosa
termina en la Conferencia Alemana. Ahí hay problema porque el Código no prevé
eso. Prevé el obispo de la diócesis, pero no la conferencia, ¿por qué? Porque
una cosa aprobada en una conferencia episcopal, pronto se convierte en
universal. Y esta ha sido la dificultad en la discusión, no tanto el contenido,
sino esto, y han enviado el documento, después hubo dos o tres encuentros de
diálogo, de esclarecimiento y el Arzobispo Ladaria ha enviado esa carta pero
con mi permiso. No lo hizo por su cuenta.
Yo
he dicho: sí, es mejor dar un paso adelante y decir que el documento todavía no
es maduro, aquello decía la carta, y que debía estudiarse más la cosa. Después
hubo otra reunión y al final estudiarán la cosa. Creo que esto será un
documento orientativo para que cada uno de los obispos diocesanos pueda
gestionar lo que ya el Derecho Canónico permite. No ha sido ningún freno. Es
regir la cosa para andar por buen camino.
Cuando
he visitado la iglesia luterana de Roma, fue hecha una pregunta de este tipo y
he respondido de acuerdo al espíritu del Código de Derecho Canónico. Y es el
espíritu que buscan ahora. Tal vez no fue una información precisa en el momento
justo y un poco de confusión, pero este es el tema: la Iglesia particular, el
Código lo permite; la Iglesia local, no puede, sería universal (periodista: la
Iglesia local es la conferencia). La Conferencia, pero la Conferencia puede
estudiar y dar las orientaciones para ayudar a los obispos a actuar en los
casos particulares. Gracias.
Greg
Burke:
Ahora
del grupo español, Eva Fernández de la radio española.
Eva
Fernández (COPE):
Hemos
visto que también el secretario general del Consejo Ecuménico de Iglesias ha
hablado de la ayuda a los refugiados. Recientemente hemos visto los incidentes
de la nave Aquarius y otros casos como la separación de las familias en Estados
Unidos. ¿Cree que algunos gobiernos instrumentalizan el drama de los refugiados
para hacerse fotografías y cosas así?
Papa
Francisco:
He
hablado mucho sobre los refugiados. Los criterios son los que ya he dicho:
acoger, acompañar, educar, integrar. Son criterios para todos los refugiados.
Luego he dicho que todos los países deben hacer esto con la virtud del gobierno
que es la prudencia, porque un país debe acoger todos los refugiados que pueda
e integrarlos: educar, integrar, darles trabajo. Esto en el plano tranquilo y
sereno de los refugiados. Aquí estamos viviendo una ola de refugiados que huyen
de las guerras y del hambre. Guerras y hambre en muchos países de África.
Guerra y persecución en Medio Oriente. Italia y Grecia han sido generosísimos
en acoger. Para el Medio Oriente, Turquía respecto a Siria ha recibido a
muchos. Líbano, muchos, sirios y libaneses; y luego Jordania, y otros países
como España han recibido.
Está
el problema del tráfico de inmigrantes y está el problema cuando, en algunos
casos, vuelven, porque deben volver. No conozco bien los términos del acuerdo,
pero si están en aguas … deben volver. Y he visto las fotografías de las
cárceles de los traficantes que separan rápido hombres y mujeres. Las mujeres y
los niños van (aparte). Esto hacen los traficantes. Hay un caso que conozco:
que los traficantes se acercaron a un barco que acogió y les dieron las mujeres
y niños, y se llevaron a los hombres. Las cárceles de los traficantes, que han
regresado, son terribles, como los lagers de la Segunda Guerra Mundial (donde)
se veían estas cosas: mutilaciones, tortura de un brazo… y luego los botan a
los hombres a las fosas comunes.
Por
esto los gobiernos se preocupan de que no vuelvan ni caigan en las manos de
esta gente. Es una preocupación mundial. Sé que los gobiernos hablan de esto y
quieren hacer un acuerdo, modificar el acuerdo de Dublin sobre todo esto.
En
España han tenido el caso de esta nave que llegó a Valencia. Pero todo esto es
un desorden. El problema de las guerras es difícil de resolver, el problema de
la persecución de cristianos, también en Medio Oriente, también en Nigeria, el
problema del hambre se puede resolver. Muchos gobiernos europeos están pensando
en un plan de urgencia para invertir en aquel país, invertir inteligentemente
para dar trabajo y educación, estas dos cosas, en los países de donde viene esa
gente. Porque, una cosa que, sin ofender, pero es la verdad: en el inconsciente
colectivo hay una idea mala: “África está para ser explotada. Son africanos,
siempre, tierra de esclavos”. Y esto debe cambiar con este plano de inversión,
de educación, de hacer crecer, porque el pueblo africano tiene muchas riquezas
culturales, muchas. Y tienen una gran inteligencia. Los niños son
inteligentísimos, y con una buena educación pueden ir más allá. Este será el
camino a mediano plazo, pero por el momento los gobiernos deben ponerse de
acuerdo para ir adelante con esta emergencia. Esto aquí en Europa.
Vamos
a América. En América Latina hay un problema migratorio grande, y hay un
problema migratorio interno grande. En mi patria hay un gran problema
migratorio del norte al sur. Mucha gente deja el campo porque no hay trabajo y
van a las grandes ciudades y hay estas megalópolis, todas estas cosas.
También
hay migraciones externas a países que dan trabajo. Hablando concretamente sobre
Estados Unidos, yo estoy tras lo que dicen los obispos del país. Me quedo con
ellos.
Greg
Burke:
Gracias
Santidad. Ahora está el grupo inglés: Deborah Castellano Lubov de la agencia
Zenit.
Debora
Castellano Lubov:
Gracias
santidad. En su discurso de hoy en el Encuentro Ecuménico, usted ha hecho una
referencia a la enorme fuerza del Evangelio. Sabemos que algunas de las
Iglesias, del World Council of Churches, son las llamadas “iglesias de la paz”,
que creen que un cristiano no puede usar la violencia. Recordamos que hace dos
años en el Vaticano se realizó una conferencia organizada. ¿Usted cree que la
Iglesia Católica debe unirse a estas llamadas “iglesias de la paz” y ponerse de
parte de la teoría de la guerra justa?
Papa
Francisco:
Una
pregunta, ¿por qué usted dice que hay iglesias de la paz?
Debora
Castellano Lubov:
Son
consideradas iglesias de la paz porque tienen este pensamiento de que una
persona que use la violencia no puede ser considerada cristiano
Papa
Francisco:
Gracias.
He comprendido. Usted ha puesto el dedo en la llaga. Creo que hoy en el
almuerzo un pastor dijo que tal vez el primer derecho humano es el derecho a la
esperanza, y me ha gustado. Esto entra aquí. Hemos hablado sobre la crisis de
los derechos humanos hoy. Debo comenzar con esto para pasar a su pregunta.
La
crisis de los derechos humanos se ve clara. Se habla un poco de derechos
humanos, pero muchos grupos o algunos países, toman distancia. Sí, derechos
humanos, pero no hay fuerza ni entusiasmo, la convicción. No digo de 70 años,
sino de 20 años. Y esto es grave porque debemos ver las causas, pero ¿cuáles
son las causas por las que hemos llegado a esto?. Hoy los derechos humanos son
relativos. También el derecho a la paz es relativo. Una crisis de derechos
humanos.
Esto
creo que debemos pensarlo a fondo, ciertamente. Luego, “iglesias de la paz”.
Creo que todas las iglesias que tienen este espíritu de paz deben reunirse y
trabajar juntas como hemos dicho en el discurso hoy. Ya sea yo o las otras personas
que han hablado. En el almuerzo también se habló de la unidad para la paz, es
una exigencia porque si hay el riesgo de una guerra que nosotros…
Alguno
dijo esto: esta tercera guerra mundial si se hace, no sabemos con qué armas se
hará, pero si hubiese una cuarta, se hará con bastones porque la humanidad
estará destruida.
El
compromiso por la paz es serio pero cuando se piensa en el dinero que se gasta
en el armamento… Por esto las religiones de paz que… El mandato de Dios, la
paz, la hermandad, la humanidad unida.
Todos
los conflictos no los resuelvan como Caín, sino con la negociación, con el
diálogo, con la mediación. Estamos en crisis de mediación. La mediación es una
figura jurídica muy rica que hoy está en crisis. Crisis de esperanza, crisis de
derechos humanos, crisis de mediación, crisis de paz.
Si
usted dice que hay religiones de paz, me pregunto. ¿Hay religiones de guerra?
Es difícil de entender esto. Es difícil, pero ciertamente hay algunos grupos en
casi todas las religiones, grupos pequeños, un poco –simplemente diré–
fundamentalistas, que buscan la guerra. También nosotros católicos tenemos
alguno. Buscan siempre la destrucción. Esto es muy importante tenerlo ante los
ojos. No sé si he respondido.
Me
dicen que la tripulación pide el almuerzo, la cena. Está el tiempo justo para
llegar con el estómago lleno. Solo hay una palabra que quiero decir claramente.
Hoy
ha sido una jornada ecuménica. Y en el almuerzo hemos dicho una palabra bella,
una bella cosa y se las dejo a ustedes para que hagan una consideración sobre
esto. En el movimiento ecuménico debemos sacar del diccionario una palabra:
proselitismo. ¿Está claro? No puede haber ecumenismo con proselitismo. Debes
escoger. O tienes espíritu ecuménico o eres proselitista. Buen apetito, buena
cena y recen por mí, gracias. Fuente: Aciprensa. Imagen de Aciprensa.