1 de noviembre 2018. ¿Qué sabemos sobre el purgatorio?. El
Catecismo de la Iglesia Católica señala que el purgatorio es una “purificación
final” que deben hacer para llegar al cielo todos aquellos “que mueren en la
gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están
seguros de su eterna salvación”. Sin embargo, esta realidad se conoce poco o no
se entiende bien. Por esta razón y para estar bien formados sobre el
purgatorio, te presentamos siete datos que debes conocer sobre su existencia y
la forma de ayudar concretamente a las almas que están allí.
1.- Su existencia es mencionada en la Biblia
En diversos pasajes de la Biblia se encuentran referencias
sobre el purgatorio. Se puede encontrar concretamente en los evangelios de
Mateo (12, 32); Lucas (12, 59), y en la Primera Carta a los Corintos (3, 15).
2.- Se puede ofrecer una indulgencia por un alma del
purgatorio
La Indulgentiarum Doctrina señala en su norma 15 que un
católico puede obtener una indulgencia plenaria por un difunto “en todas las
iglesias, oratorios públicos o —por parte de quienes los empleen legítimamente—
semipúblicos” y siguiendo las condiciones habituales de confesión sacramental,
comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa.
Cada 2 de noviembre se celebra la Fiesta de los Fieles
Difuntos y ese día se puede obtener una indulgencia plenaria para el alma de un
ser querido, familiar o amigo.
3.- Las almas del purgatorio pueden ser intercesoras
Santa Catalina de Siena decía que las almas del purgatorio
que han sido libradas de sus penas nunca se olvidarán de sus benefactores en la
tierra e intercederán por ellos ante Dios. Además, cuando esa persona llegue al
cielo, ellas saldrán a recibirlo.
Además sus plegarias protegen a sus amigos de los peligros y
los ayudan a superar dificultades. Santa Catalina de Bologna dijo en una
ocasión: "He recibido muchos y grandes favores de los Santos, pero mucho
más grandes de las Santas Almas (del purgatorio)".
San Juan Masías era otro santo que tenía una gran devoción
por las almas o ánimas del purgatorio y con sus oraciones, especialmente el
Rosario, logró liberar a un millón cuatrocientas mil según él mismo afirmaba
tras una revelación divina.
Como retribución, obtuvo extraordinarias y abundantes
gracias y ellas lo consolaron en su muerte.
4.- Los santos escribieron oraciones por las almas del
purgatorio
San Nicolás de Tolentino es conocido como el patrono de las
almas del purgatorio porque en vida los fieles le pedían que rezara por los
difuntos debido a las conversiones que obtenía.
Otros santos que escribieron plegarias para obtener la
liberación de las almas del purgatorio fueron San Agustín y Santa Brígida.
Puede encontrar la oración a San Agustín AQUÍ y la de Santa Brígida AQUÍ.
5.- Una santa pudo ver el purgatorio
Santa Faustina Kowalska recibió la gracia de ver el
purgatorio, el cielo y el infierno. Ella cuenta que una noche su ángel de la
guarda le pidió que la siguiera y se encontró en un lugar lleno de fuego y
almas sufrientes.
Ella les preguntó qué era lo que más las hacía sufrir y las
almas le contestaron que era sentirse abandonadas por Dios. Cuando salió,
escuchó que la voz del Señor que le dijo: “Mi Misericordia no quiere esto, pero
lo pide mi Justicia”.
6.- La Virgen María consuela a las almas que están allí
En su visión sobre el purgatorio, Santa Faustina Kowalska
notó que la Virgen María visitaba a las almas que estaban allí y escuchó que estas
la llamaban “Estrella del Mar”.
Por otro lado, la Madre de Dios le reveló a Santa Brígida
que “no hay pena alguna en el Purgatorio que, mediante mi auxilio, no se vuelva
más suave y más fácil de soportar”.
7.- Existe un museo que recoge 15 pruebas sobre la
existencia del purgatorio
En Roma (Italia), cerca del Vaticano, se encuentra el Museo
de las Almas del Purgatorio que está dentro de la Iglesia del Sagrado Corazón
del Sufragio. Fue creado en 1897 por el P. Víctor Jouët, un sacerdote francés
misionero del Sagrado Corazón. Allí se exhiben 15 testimonios y objetos, como
libros y vestimentas, que probarían las “visitas” de estas almas a sus seres
queridos para pedirles que recen por ellas. Fuente: Aciprensa. María Ximena
Rondón.