13 de noviembre de 2018

SEAMOS PASTORES SEGÚN EL CORAZÓN DE DIOS.


13 de noviembre 2018.  Seamos pastores, según el corazón de Dios.  Es la propuesta del Evangelio para todos aquellos ministros consagrados para el servicio de la Iglesia y de la comunidad creyente.  Comparto la experiencia y los apuntes que he tomado con motivo de la reunión pastoral de los sacerdotes de la Arquidiócesis de Ibagué.  Nos congregamos en la casa de formación cristiana y humana, en el barrio especial el Salado, en la ciudad de Ibagué. Autor: Padre, Jairo Yate Ramírez. 
            Iniciamos con la oración litúrgica de tercia, hacia las 9 am.  Entonamos los salmos 118 y 87.  Escuchamos la reflexión sobre el mensaje del Papa Francisco con motivo del jubileo de los sacerdotes en el año 2016. 
En aquella ocasión el santo Padre, centro su reflexión sobre el corazón del buen pastor, no solo es el corazón que tiene misericordia de nosotros, sino que es la misericordia misma.  El corazón del buen pastor nos dice que su amor no tiene límites, no se cansa y nunca se rinde. Allí vemos su entrega continua, sin límites; allí encontramos la fuente del amor fiel y suave, que nos deja libres y nos hace libres. El corazón del buen pastor, se extiende hacia nosotros, especialmente hacia aquellos están más distantes. Apunta obstinadamente la aguja de su brújula, revela una debilidad de amor particular, porque todos quieren alcanzar y nadie perder.
            La pregunta fundamental de nuestra vida sacerdotal surge frente al corazón de Jesús ¿dónde está mi corazón orientado? Pregunta que los sacerdotes debemos hacer tantas veces, todos los días de la semana. Los tesoros insustituibles del corazón de Jesús son dos: el Padre y nosotros. Para ayudar a nuestros corazones a arder con la caridad de Jesús buen pastor, podemos entrenarnos para realizar nuestras acciones, que son: MIRAR, INCLUIR Y REGOCIJARNOS. 

            MIRAR. El profeta Ezequiel nos recuerda que Dios mismo busca a sus ovejas (Cfr. Exequiel 34, 11.16. él dice el Evangelio, “va en busca del perdido” (Lucas 15,4), sin asustarse por los riesgos; sin dudarlos, te aventuras a salir de los lugares del pastoreo y al horario laboral. El pastor según el corazón de Dios no defiende sus propias comodidades, no está preocupado por proteger su buen nombre, pero será calumniado, como Jesús, sin temor a las críticas, está dispuesto a arriesgarse, solo para imitar a su Señor: “Bendito seas cuando te insultan, te persigan” (Mateo 5,11).
             INCLUIR.  Cristo ama y conoce a sus ovejas, les da vida para sí mismo y ninguna es ajena a él (Cfr. Juan 10, 11-14) Su rebaño es su familia y su vida. Él no es un líder temido por las ovejas, sino el pastor que camina con ella y las llama por su nombre (Cfr. Juan 10, 3-4) Y desea reunir a las ovejas que aún no habitan con él (Cfr. Juan 10,16).  Así también el sacerdote de Cristo, está ungido para la gente, no para elegir sus propios proyectos, sino para estar cerca de las personas concretas que Dios, a través de la Iglesia, le ha confiado.   
            RECOGIJARSE. Dios está lleno de alegría (Lucas 15,5); su alegría proviene del perdón, de la vida que se eleva nuevamente, del hijo que respira el aire del hogar nuevamente- La alegría de Jesús buen pastor no es una alegría para uno mismo, sino una alegría para los demás y para los demás, la ver, la verdadera alegría del amor.  Termina el Papa Francisco su discurso dando las gracias a todos los sacerdotes por su trabajo  y dedicación pastoral: “Les agradezco su “si” y el “si” oculto de todos los días. 

            En segundo lugar, escuchamos la reflexión de nuestro Arzobispo, Monseñor, Flavio Calle Zapata.  Nos invitó a identificarnos con la famosa frase del Papa san Juan Pablo II “Sé lo que eres”. Debemos ser lo que somos. “Alter Christus”. Lo más importante en un sacerdote es su identidad, es la verdad de su propia identidad.  Pastores según el corazón de Dios.  Nuestra tarea debe ser: estar para servirle a los demás. Debemos estar sanos para poder ayudar a los demás.  Razón suficiente, para poder recomendar, a los ministros ordenados, para que viven en su propia libertad, que la defiendan de los afectos, de los honores, de las situaciones difíciles, de los vicios, etc.  Un buen ministro se cultiva permanentemente en la oración.  Por ello, la Eucaristía es el centro de su vida de oración, como también lo son, la celebración de los sacramentos, la liturgia de las horas.  Monseñor Flavio, indicó al clero diocesano los énfasis pastorales para el año 2019. 

 El primero tiene que ver con un misterio, es el Misterio Divino, la Eucaristía.  Es el centro y la cumbre de la vida cristiana. Es la causa y el origen de todas las bendiciones. Por ende, debemos ser buenos celebrantes, eso indica, hacerlo bien, evitar crear acciones litúrgicas, las cuales no están recomendadas por dicha celebración sacramental de la Eucaristía. Celebrar desde un corazón limpio. El sacerdote debe ser el primero que está en gracia de Dios, para la Eucaristía. Monseñor, recomienda que aprovechemos para orar en las eucaristías, en reparación por todos los sacrilegios que se cometen, contra ese sacramento, en el mundo.  

El segundo criterio pastoral es: Dedicarle bastante tiempo y labor pastoral en atender, la niñez, la juventud y las futuras vocaciones.  Para dicha misión, dice Monseñor, sería bueno aprovechar las conclusiones del sínodo.  De acuerdo al informe publicado por la web:  rome reports.  Las siguientes conclusiones son muy importantes: “El resultado del Sínodo de la Familia es este documento de 94 puntos en el que hay decenas de propuestas. No hay condenas sino un mensaje de esperanza para quienes se deciden a formar una familia, y quienes están afrontando los obstáculos de ese camino.
MIRAR DE OTRO MODO
El documento presenta las dificultades de las familias. Lo hace sin miedo y las ve como una oportunidad. Por eso, los obispos piden a los cristianos que cultiven una mirada de comprensión y de esperanza ante realidades tan dolorosas, como la soledad o el fracaso matrimonial. Para el sínodo, ayudar a estas personas no significa decir que todo está bien. Significa tener el coraje de escuchar su dolor, acogerlas con ternura y buscar maneras de curar sus heridas.
PREPARACIÓN AL MATRIMONIO
Una de las ideas recurrentes del Documento es que se mejore la preparación al matrimonio. Hay acuerdo en que no es eficaz dar sólo cinco o seis clases antes de la boda. Aquí deben involucrarse mucho más las familias veteranas porque, si actúan con discreción y cariño, pueden ayudar a resolver los problemas normales de los primeros años de matrimonio. El Documento propone que las familias se impliquen más en la ayuda de otras familias, y no sólo en situaciones especiales sino también por ejemplo en el cuidado de los hijos, en su educación o en la atención de enfermos.
APERTURA A LA VIDA Y EDUCACIÓN SEXUAL
Los obispos proponen que los padres se impliquen realmente en la educación sexual de sus hijos. Esa educación es vital para sus vidas: una afectividad estable es la clave de la felicidad y de la duración de un futuro matrimonio. Además, enseñar a entregarse y a amar es imprescindible para entender que cada hijo es fruto del amor.
PAREJAS QUE CONVIVEN
El texto se fija también en los jóvenes que no están casados pero conviven establemente. Dice que muchos de ellos viven la fidelidad y la apertura a la vida, que son elementos propios del matrimonio. Por eso proponen una atención específica para ellos, para que se encaminen hacia la boda. Así aprenderán cómo la gracia del sacramento les puede ayudar a afrontar los desafíos de ese proyecto juntos.
FORMAR LA CONCIENCIA
Miren lo que dijo el Papa en el discurso de clausura del Sínodo:
FRANCISCO
"El primer deber de la Iglesia no es distribuir condenas o anatemas sino proclamar la misericordia de Dios, llamar a la conversión y  conducir a todos los hombres a la salvación del Señor”. En el caso de las personas divorciadas que se han vuelto a casar civilmente y que quieren volver a recibir los sacramentos, el sínodo propone que un sacerdote les ayude a formar la conciencia y a descubrir en qué situación están ante Dios. En concreto dice que "la conversación con un sacerdote, en el foro interno, contribuye a la formación de un juicio correcto sobre lo que obstaculiza la posibilidad de una participación más plena a la vida de la Iglesia y sobre los pasos que pueden favorecerla y hacerla crecer”.El documento del Sínodo recuerda que Juan Pablo II dijo que no es lo mismo una persona que ha sido abandonada injustamente, o quien ha destruido un matrimonio.
PERSONAS HOMOSEXUALES
En cuanto a las personas homosexuales, el Sínodo recuerda que Cristo "amó y murió por cada persona, sin excepciones”, por lo que "cada persona, independientemente de su tendencia sexual, debe ser respetada en su dignidad, y acogida con respeto, evitando 'cualquier marca de injusta discriminación'”. También dice que "no se pueden establecer analogías entre las uniones entre personas homosexuales y el proyecto de Dios sobre matrimonio y familia”.
FAMILIAS EMIGRANTES
El sínodo no cierra los ojos al drama de quienes escapan de la guerra o la pobreza y habla de estas personas que se han visto forzadas a dejar su país para empezar una nueva vida.Los obispos piden que las diócesis y parroquias trabajen para que se respete la dignidad de estas las personas. Dice que deben ayudarlas y atenderlas teniendo en cuenta su cultura, sus creencias y sus tradiciones.”

            El tercer criterio pastoral es: La educación.  Monseñor Flavio, propone que seamos misioneros en todos los establecimientos educativos. Que estemos disponibles para sembrar la semilla de la Palabra de Dios, a todos los estudiantes, universidades, etc.
            El cuarto criterio pastoral es: La evangelización de lo social.  Todo lo referente al trabajo, la economía. Que nuestra pastoral social, sea eminentemente caritativa. Aprendemos cada día a ser buenos samaritanos.
            Nuestro Arzobispo de Ibagué, propone para el año 2019, un año dedicado a la Santísima Virgen María.  Iniciaría el día 1 de enero y finalizaría el 1 de enero del año 2020.  Recomienda que cada parroquia de la Arquidiócesis que lleve como patrona a la Virgen o uno de sus misterios, se convierta en este año, en centro de peregrinación.  Así termina su intervención, Monseñor, Flavio.

            Como tercer punto de nuestra reunión pastoral, fue el conversatorio propuesto por Monseñor, Miguel Fernando González Mariño, obispo auxiliar en la Arquidiócesis de Ibagué.  Monseñor Miguel, propone dialogar sobre los nuevos movimientos eclesiales.  Dichos movimientos ya traen un largo camino en nuestra Iglesia, incluso antes del Concilio Vaticano II.  La Iglesia católica los ha ido acogiendo, ha ido revisando sus propuestas, su carisma, su espiritualidad.  Muchos de ellos ya han sido aprobados, como parte de la pastoral eclesial. El obispo auxiliar, recomienda tener en cuenta las directrices de la conferencia episcopal, las cuales guían el pensamiento pastoral: Los movimientos surgen a partir de un líder. Hay que guardar la armonía entre la formación de los laicos, sus grupos a sus miembros. Es importante que toda esta riqueza espiritual, encaje en la misión y visión del plan de pastoral arquidiocesano. Que los movimientos se preocupen por tener una sana doctrina y piedad en cada uno de sus miembros. 
            Criterios, para los movimientos eclesiales: 
Ø  Que dichos movimientos nunca reemplacen la acción pastoral de la Parroquia
Ø  Que tengan capacidad para renovar la acción apostólica de la Iglesia.
Ø  Debemos valorar mucho la presencia de los movimientos en la Iglesia.
Ø  Es muy bueno que cada movimiento tenga su carisma propio. Su identidad, con una sana doctrina.
Ø  Evitar que los movimientos se conviertan en una Iglesia paralela. Si están aprobados por la Iglesia, deben trabajar conjuntamente con la Iglesia.
Ø  Que en todas las parroquias se viva la espiritualidad de comunión. La cual indica, acoger los movimientos y apoyarlos, incluirlos en la vida pastoral.
Ø  Que los movimientos evangelicen bajo la autoridad de sacerdotes párrocos y los señores obispos.
Ø  Que los movimientos sean fieles a su carisma original.
Ø  La Iglesia nos pide, renovaciones en nuestra misión, que podamos cumplir ese presupuesto pastoral: “Comunidad de comunidades”.
Terminamos nuestra reunión pastoral a las  11.30 am  con la celebración Eucarística, presidida por nuestros obispos y como homenaje a los sacerdotes que en este año celebran sus bodas de plata, bodas de oro, al servicio de Dios y de la comunidad.