29 de noviembre 2018. En la Misa que celebró esta mañana en
la capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco aseguró que llegará el día
en que el Señor dirá “basta a las
apariencias de este mundo”, por lo que animó a abrir el corazón con
esperanza para alejarse de “la paganización de la vida”. En su homilía, el
Santo Padre comentó las lecturas del día que narraban la destrucción de
Babilonia y de Jerusalén. En el texto del libro del Apocalipsis, (Apocalipsis 18, 1-2. 21-23; 19,1-3.9ª),
San
Juan describe la destrucción de Babilonia, la ciudad bella, símbolo de
mundanidad “de lujo, de autosuficiencia, del poder de este mundo”, explicó el
Papa.
En el día del juicio, Babilonia será destruida con un grito
de victoria. La “grande prostituta” caerá, condenada por el Señor porque sus
fiestas aparecerán como falsa felicidad. “No habrán más bellas fiestas, los
artesanos de cualquier oficio no tendrán más (trabajo), porque no es una ciudad
de trabajo, sino de corrupción. La luz de la lámpara no brillará más. Quizá
será una ciudad iluminada, pero sin luz, no luminosa. Esta es la civilización
corrupta”, precisó el Papa. “Esta destrucción comienza en el interior y termina
cuando el Señor dice: ‘basta’. Y habrá un día en el cual el Señor dirá ‘basta’
a las apariencias de este mundo. Esta -remarcó- es la crisis de una civilización que se cree orgullosa, suficiente,
dictatorial y termina así”.
Posteriormente, el Santo Padre comentó el Evangelio de San
Lucas, (Lucas 21, 20-28) que narra la
destrucción de Jerusalén, la ciudad santa, que sufrió “la corrupción de la infidelidad al amor”, porque no fue capaz de
“reconocer el amor de Dios en su Hijo”, sino que más bien abrió la puerta de su
corazón a los paganos. En esta línea, el Papa Francisco remarcó que “existe la
paganización de la vida, en nuestro caso, cristiana” y preguntó: “¿Vivimos como
cristianos? Parece que sí, pero en verdad, nuestra vida es pagana”, advirtió. Al
recordar los casos de Babilonia y Jerusalén, el Pontífice interrogó: “¿Tú eres
cristiano? ¿Tú eres cristiana? Vive como cristiano” y añadió “no se puede
mezclar el agua con el aceite. Siempre distinto. El final de una civilización contradictoria en sí misma que dice ser
cristiana y vive como pagana”.
Por este motivo, el Papa dijo que “hay tragedias, también en
nuestra vida” por lo que alentó a mirar el horizonte “porque hemos sido
redimidos y el Señor vendrá a salvarnos. Y esto nos enseña a vivir las pruebas
del mundo no con un pacto de mundanidad o con paganismo, que nos lleva a la
destrucción, sino en esperanza, separándonos de esta seducción mundana y pagana
y mirando el horizonte, esperando a Cristo, el Señor”. Al finalizar, el Santo
Padre reiteró que “la esperanza es nuestra fuerza: vamos hacia adelante. Pero
debemos pedirle al Espíritu Santo” y destacó que “permanecerán solo quienes colocan la esperanza en el Señor”. “Abramos
el corazón con esperanza y alejémonos de la paganización de la vida”, concluyó.
Fuente: Aciprensa. Mercedes de la Torre.