26 de febrero 2018. El Papa Francisco recordó que Dios es el
único juez y que por lo tanto no corresponde a las personas juzgar a los demás.
Insistió en que el juicio divino es muy diferente del humano, y que se sostiene
sobre pilares de misericordia. En la homilía de la Misa celebrada en la Casa
Santa Marta este lunes, el Santo Padre recordó que “Dios es el único juez”, y
por lo tanto es a Él a quien le corresponde juzgar a las personas. “No juzguéis
y no seréis juzgados”, recordó remitiéndose a las palabras de Evangelio.
El Pontífice destacó que la justicia de Dios no es como la
justicia humana, ya que se cimenta en la misericordia. “Sabemos que la justicia
de Dios es misericordia. Pero hace falta decirlo: ‘A Ti (a Dios) te corresponde
la justicia, a nosotros la vergüenza’. Y cuando se encuentran la justicia de
Dios con nuestra vergüenza, ahí se produce el perdón”. En este sentido, invitó
a preguntarse: “¿Creo que he pecado contra el Señor? ¿Creo que el Señor es
justo? ¿Creo que sea misericordioso? ¿Me avergüenzo delante de Dios por ser
pecador? Así de simple: a Ti la justicia, a mí la vergüenza”. Por ello exhortó
a “pedir la gracia de la vergüenza”. “La vergüenza es una gran gracia”,
explicó. Mediante ella, “recordamos la actitud que debemos tener con el
prójimo”. Ayuda a “recordar que con la medida con que juzgue, yo seré juzgado.
No debo juzgar. Y si digo cualquier cosa sobre otro, que sea con generosidad,
con misericordia. La actitud ante Dios, este diálogo es esencial: ‘A ti la
justicia, a mí la vergüenza’”, concluyó. Evangelio comentado por el Papa
Francisco: Lucas 6:36-38 Fuente:
Aciprensa.