5 de febrero 2018. El presidente de la Conferencia Episcopal
de Colombia, monseñor Oscar Urbina Ortega, invitó a la renovación de la
parroquia desde un enfoque misionero y con la conciencia de que los tiempos
actuales requieren nuevas formas de evangelización. Así lo manifestó durante su
discurso que dio inicio a la CV Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano que
se realiza del 5 al 9 de febrero en Bogotá y donde cerca de 90 obispos
reflexionarán en torno al tema: “La parroquia en el corazón de la nueva evangelización”.
Monseñor Oscar Urbina, comenzó su intervención recordando
que la Nueva Evangelización hace referencia a evangelizar de forma nueva. “No
es inventarnos un nuevo mensaje, maquillar o crear situaciones ajenas al
Evangelio, simplemente es discernir los signos de los tiempos, buscar la manera
de llevar la buena noticia de forma creativa y humilde”, señaló. El también
arzobispo de Villavicencio, afirmó que hoy se habla de la Nueva Evangelización
porque vivimos en un nuevo contexto socio-cultural en el que se enmarca la
parroquia y donde se presentan “coordenadas históricas y culturales” que
requieren su atención.
El prelado señaló que el cambio de época, es una primera
coordenada, marcada por las transformaciones tecnológicas que influyen
notablemente en la cultura; la secularización, es otra coordenada, que está
generando la “crisis de la socialización religiosa”; el cambio
científico-técnico, que ha cambiado las formas de pensar, decidir y actuar y
que “legitiman los sistemas socio-económicos”; el consumismo, que presenta el
bienestar material, como calidad espiritual; la movilidad, que ha cambiado los
espacios, los tiempos y los modos de socialización y que “ejerce una
repercusión decisiva sobre las parroquias, fuertemente marcadas por el territorio
y su ser estática, cerradas”; el pluralismo, que resalta que ningún grupo
humano puede monopolizar todo, ni en lo político, ni en lo social y por ello
exige a la Iglesia “una purificación de fe”; la pobreza, la inequidad y la
violencia, que se han apoderado de los espacios familiares, laborales,
deportivos y escolares; la familia, que exige un enfoque “analítico y
diversificado”; y finalmente, el llamado de retornar a Dios, en un contexto
donde “no se permite recuperar a Dios lo que tenía antes, porque las personas
están interiormente fraccionadas y atraídas por lógicas múltiples y cuando
buscan a Dios lo hacen sin renunciar a todo lo demás.
En este contexto, monseñor Oscar Urbina, inspirado por el
Papa Francisco, animó a ver a la parroquia bajo las siguientes premisas:
La parroquia es siempre válida, no debe ser vista como una
estructura desechable, sino como una estructura que requiere una orientación
adecuada.
La parroquia es importante, debe nutrirse con la
participación de todos los actores de la comunidad.
La parroquia no se toca, debe permanecer como un puesto de
creatividad, de referencia, de maternidad y todas esas cosas.
Una parroquia-oficina hoy no funciona, debe estar en salida
y ser misionera.
Finalmente, el presidente del episcopado habló acerca de la
conversión pastoral. En ese marco, invitó a mirar a la parroquia como una
célula de la Iglesia en salida, cercana, misionera que “engendra, alimenta,
hace crecer, corrige, lleva de la mano y tiene entrañas maternales de
misericordia”.
“La renovación de la parroquia nos exige que ella sea, una
célula de la Iglesia en salida, con capacidad profética de abrir horizontes
nuevos, saber iluminar con la Palabra consoladora del Evangelio, los momentos
difíciles de las personas y descubrir el lenguaje con el cual podamos anunciar
a nuestros hermanos la Palabra que no pasa.
La conversión de la parroquia pasa a través de sus hijos”, señaló.
El obispo concluyó su discurso agradeciendo a los sacerdotes
y laicos que llevan sobre sus espaldas la responsabilidad de hacer de las
parroquias espacios de evangelización. Fuente: Conferencia Episcopal de
Colombia.